Si bien el acuerdo para la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft fue anunciado a principios de año, todavía quedan muchos plazos por cumplir. El movimiento empresarial será efectivo en 2023 si todo transcurre de la forma prevista, pero antes de que eso suceda desde el Reino Unido surge una investigación.
Concretamente la que va a realizar la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA), el organismo regulador antimonopolio del territorio. Tal y como señalan desde Reuters, dicha investigación pretende cerciorarse de si la compra reduciría la competencia en el Reino Unido.
Atendiendo a la publicación oficial realizada por la CMA, podemos comprobar que se pronunciará una decisión con fecha límite el 1 de septiembre de este mismo año. Con todo, la institución "no puede garantizar que la decisión se anunciará en o antes de la fecha límite actual". Tanto Activision Blizzard como Microsoft han sido informadas sobre la apertura de este proceso.
Las consecuencias de la adquisición son múltiples y en diferentes sentidos. Por ejemplo, todo apunta a que Bobby Kotick dejará su cargo como CEO de Activision Blizzard, mientras que Microsoft ya ha tomado postura respecto a los casos de acoso y discriminación. Además, las exclusividades en Xbox con la llegada de nuevas IP han sido resueltas por Matt Botty.
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