El reconocimiento público del mundo del videojuego como una representación artística que debe ser tratada como tal es realmente importante. No solo para apoyar a la industria en su divulgación, sino también para tomar en serio la conservación del patrimonio.
Es precisamente este último punto el que ha sido abordado en la Comisión de Cultura y Deporte del Congreso de los Diputados. Tal y como informa El País, ayer mismo se han reformado las funciones que se le atribuyen al depósito legal español, coordinado por la Biblioteca Nacional. Con 30 votos a favor y cinco en contra por parte de Vox, la única formación que no ha respaldado la iniciativa.
Una propuesta que principalmente incluye la obligación de que nuevas creaciones deben ser recogidas en el registro, entre las que encontramos publicaciones de impresión bajo demanda, catálogos comerciales de librerías y subastas, marcapáginas y los videojuegos. La medida todavía no tiene efecto inmediato, pues debe ser ratificada por el Senado.
Una vez que los procesos parlamentarios se completen, todo videojuego producido en España pasará a tener una copia en el registro. La preferencia será por el formato digital, aunque también se incluirá la versión física si llega a existir. María del Mar García Puig, diputada de Unidas Podemos y miembro de la mesa, ha señalado la colaboración realizada entre instituciones para llegar a este objetivo, entre las que se encuentra la Asociación Española de Videojuegos.
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