El presente y el futuro de Square Enix ante un año crucial para la compañía (y para PlayStation)

El presente y el futuro de Square Enix ante un año crucial para la compañía (y para PlayStation)

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Hace poco más de un año Square Enix se metía en el bolsillo nada menos que 300 millones de dólares (unos 285 millones de euros al cambio actual) tras el cambio de manos de Eidos, Crystal Dynamics, Square Enix Montreal y todas sus IP. El futuro se plantea rotundo, con dos nuevos Final Fantasy en el horizonte, nada menos, y una férrea alianza con PlayStation. Y, sin embargo, marzo vino con un volantazo drástico para toda la compañía y su proyecto: el próximo mes de junio Yosuke Matsuda cederá el liderazgo y la presidencia del titán nipón.

De todos los nombres propios que baraja Square Enix, tanto de creativos y sagas, como de personajes propios, el de Yosuke Matsuda es uno de los menos referidos. Y no será por mantener un perfil bajo, que conste: el año pasado, por ejemplo, Matsuda defendió la inclusión de NFTs en los juegos propios con vistas a un crecimiento autosostenido. No fue la única compañía japonesa en querer apostar fuerte por ellos, que conste.

La silla presidencial ya tiene nuevo nombre:  Takashi Kiryu, quien ha servido para Square Enix durante unos pocos años, le tomará el relevo. Como referencia, Matsuda tomó responsabilidades en 2013, con lo que técnicamente lleva una década al frente de una de las compañías de videojuegos más emblemáticas de la historia.

Y, todo sea dicho, los apasionados por los videojuegos hemos estado muy bien servidos de grandes y pequeñas producciones muy destacables y fiascos señalados. ¿A qué se debe esta nueva postura?

Nuevos aires para el titán detrás de Final Fantasy y Kingdom Hearts

Como casi todo lo que tiene que ver con la industria del entretenimiento, la clave no está tanto en el cómo, sino en el quién y en el cuándo: el cambio de roles se conoció de manera pública a través de un comunicado oficial y será efectiva coincidiendo con la junta de accionistas del mes de junio.

El motivo ofrecido por Square Enix es adaptarse a las circunstancias actuales de la industria del videojuego, lo cual es un término más o menos ambiguo. Sin embargo, en el propio comunicado ya dejan caer los dos nuevos objetivos prioritarios: remodelar el equipo de gestión y adaptarse a las innovaciones tecnológicas.

A raíz del rápido cambio de entorno empresarial que rodea la industria del entretenimiento, el cambio [de presidencia] propuesto está destinado a remodelar el equipo de gestión con el objetivo de adoptar innovaciones tecnológicas en constante evolución y maximizar la creatividad de [Square Enix] para ofrecer un entretenimiento aún mayor a sus clientes en todo el mundo

A partir de este punto toca analizar mejor y con más detalle la figura del sucesor de Yosuke Matsuda: el próximo presidente a partir de junio, Takashi Kiryu, se incorporó a Square Enix en 2020 llevando la estrategia corporativa.

Su anterior trabajo (según Linkedin) fue como manager general en el coloso publicitario y de relaciones públicas Dentsu. Un grupo que está muy bien encauzado hacia la conversión gradual del gran público al metaverso.

El delicado contexto de la actual Square Enix

Square Enix siempre ha sido uno de los grandes referentes del videojuego nipón, contando con plaza fija en los grandes eventos internacionales como el E3 o un rol mayor en el Tokyo Game Show. El motivo: compaginar lanzamientos muy potentes con remakes muy esperados y nuevas joyas que harán las delicias de los apasionados del JRPG y más allá.

De un tiempo a esta parte, además, Square Enix se ha convertido en un aliado de ensueño para PlayStation de cara a la expansión de PS5, garantizándole acceso prioritario a juegos como Dragon Quest XI, Nier:Automata y Final Fantasy VII Remake, así como contenidos exclusivos en juegos como un Marvel's Avengers en el que Spider-Man solo lanza sus redes en las consolas de Sony.

Eso no quiere decir que no le de de cariño a otros sistemas: Nintendo Switch ha recibido antes que ninguna otra plataforma juegos como Octopath Traveler o Triangle Strategy.

En cualquier caso, 2023 es un año especialmente decisivo para Square Enix dado el peso de tres de sus grandes proyectos:

  • Un Final Fantasy VI Rebirth que promete redibujar el clásico de culto del JRPG y, pese a anunciarse para navidades de 2023, tendremos que ver con nuestros ojos su fecha de lanzamiento. Consecuencias de la entrega anterior.
  • Un Final fantasy XVI que se resiste a confirmar su llegada a PC, pese a que se posiciona como uno de los grandes bombazos del propio año. Como referencia, Square Enix lanza balones fuera aconsejando comprar PS5 para jugarlo.
  • Y un Forspoken que, a falta de la llegada de su DLC, no ha cuajado entre crítica y jugadores como se esperaba, derivando en la absorción del estudio (o más bien el equipo desarrollador) hacia la propia Square Enix.

Esta compleja tesitura cobra nuevos matices tras movimientos complicados que pasan por un Babylon's Fall que echó el cierre antes de cumplir su primer año o un mastodóntico Marvel's Avengers que no compartió el mismo éxito y calado que las películas. Al menos, Guardians of the Galaxy si estuvo a la altura de los personajes.

¿Y qué pasa con Xbox? Los juegos de Square Enix han sido algunas de las mejores excusas para estar suscrito al Game Pass, ofreciéndose durante meses (y años) colecciones enteras dedicadas a Kingdom Hearts, Final Fantasy o los juegos de Crystal Dynamics y Eidos. Además de joyitas indie publicadas bajo el sello de Square Enix. En cualquier caso, no ha estado ni ausente, ni tan activo como en las consolas niponas.

Que implica este cambio de roles para Square Enix y los jugadores

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A corto plazo, los planes en curso de cara a Square Enix siguen su curso según lo previsto. Tanto de cara a los juegos anunciados y marcados en el calendario como los prometidos, como el próximo Dragon Quest o Kingdom Hearts 4. No descartamos retrasos, más bien todo lo contrario, en títulos como Final Fantasy VII Rebirth. Y no está de más recordar que, definitivamente, el futuro de Tomb Raider ya no está en sus manos.

Sabemos, eso sí, que el juego de Guardianes de la Galaxia cambiará de manos: la versión en nube para Nintendo Switch desaparecerá durante un periodo de tiempo lo más breve posible para cambiar de editor. La aventura de los Vengadores, por otro lado, comienza su ocaso aunque se ofrecerán todos los DLCs a los usuarios.

Mientras tanto, contamos con nuevas revitalizaciones de clásicos. El año pasado vimos una puesta al día de sagas como Secret of Mana o los clásicos pixelados de Final Fantasy. Y no nos hemos olvidado de ese caramelito que supondrá llevar Dragon Quest III  al HD-2D.

¿Y qué pasará a largo plazo? Takashi Kiryu tiene dos vías abiertas: extender el plan de Yosuke Matsuda a la hora de buscar modelos de entretenimiento autosostenibles (incluyendo NFTs) o trazar un plan basado en licencias de peso y un modelo tradicional de producción que pueden funcionar comercialmente. O no.

Pero, si lo vemos desde fuera, nos topamos con que actualmente PlayStation Studios ha lanzado o anunciado para PS5 en 2023 un puñado de juegos exclusivos en el que Marvel's Spider-Man 2 destaca entre alternativas como Horizon Call of the Mountain, Stellar Blade y Firewall Ultra. Además de apoyarse en Square Enix, Sony necesita dar una sorpresa .

Lo que está claro es que Square Enix no se puede permitir más casos como  Babylon's Fall o Forspoken. Y no todos los años se puede confiar en que habrá un nuevo Final Fantasý (o dos) capaces de amortiguar en interés, expectativas y ventas las situaciones más complicadas de llevar.

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