La historia que tenemos entre manos no llega al nivel del Lobo de Wall Street, pero bien es digna de ocupar unos cuantos párrafos... porque implica a una consola muy querida. Nos situamos en Estados Unidos, donde un joven de 26 años se enfrenta a cargos del FBI por uso indebido de información privilegiada para enriquecerse de forma fraudulenta. En palabras coloquiales: que ha ganado mucho dinero haciendo triquiñuelas poco legales.
Anthony Viggiano, ex analista de inversiones de Goldman Sachs, presuntamente utilizó sus conocimientos confidenciales y dos compinches (Christopher Salamone y Stephen Forlano) para embolsarse la friolera de 400.000 dólares. Aunque pensándolo bien, fueron tres compinches... puesto que una Xbox 360, predecesora de Xbox One y Xbox Series X/S, también estuvo implicada.
¿Cómo lo hizo? El proceso es absurdamente simple: Viggiano usó mensajes cifrados para avisar a sus compañeros de oportunidades de inversión. Mataba dos pájaros de un tiro: ganaba dinero y se aseguraba de que nadie podía pillarlos. Recordad que esta consola ya permitía utilizar el sistema de audio en tiempo real durante las partidas. El medio The Verge señala que el autor sabía de sobra que no hay forma de rastrear las conversaciones ni de rescatar los audios.
El grupo amasó cerca de 400.000 dólares antes de ser capturados por las autoridades. El FBI señala que Viggiano y Forlano también utilizaron el correo electrónico y los mensajes privados de Instagram, y que concretamente en Xbox 360 fue donde se dio el chivatazo de que ChannelAdvisor iba a ser adquirida. La investigación sigue en curso, así que habrá que esperar para ver cómo termina esta historia.
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