Brasil es un mercado complicado para los productos electrónicos, especialmente para las consolas. Muchas compañías tardan en llevar sus productos o directamente prefieren no comercializarlos en dicho territorio. El motivo principal suele ser el alto coste para importar productos de este tipo.
Tan elevados son estos gastos que hasta la propia Nintendo se ha visto obligada a retirarse y no volver a ofrecer productos en Brasil. Aunque, por lo que ha declarado el representante de América Latina, esta medida sólo es temporal y esperan volver cuando el mercado se estabilice.
Parece que la única posibilidad para los aficionados brasileños de conseguir una consola o juego de Nintendo será importarlo de EEUU o Chile. Siempre y cuando no tengan problemas con las aduanas.
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