Netflix se ha puesto las pilas a la hora de adentrarse en la industria de los videojuegos, de ahí que hace unos meses se hiciese con la compañía Night School Studio y más recientemente con Next Games, en este caso por 65 millones de euros. En ese momento ya dejó claro que no se frenaría ahí y así lo ha dejado claro al adquirir al estudio Boss Fight Entertainment.
El equipo afincado en Estados Unidos fue fundado en 2013 y es conocido por haber desarrollado el título free-to-play Dungeon Boss para dispositivos móviles. Aun así, seguirá trabajando de forma independiente desde sus sedes en Allen, Austin y Seattle.
El CEO David Rippy y los COO Bill Jackson y Scott Winsett han afirmado sentirse muy contentos por esta adquisición al mismo tiempo que seguirán haciendo lo que más les apasiona:
La misión de Boss Fight es ofrecer experiencias de juego sencillas, bellas y divertidas a nuestros jugadores, estén donde estén. El compromiso de Netflix de ofrecer juegos sin anuncios como parte de la membresía nos permite a los desarrolladores de videojuegos enfocarnos en crear experiencias atractivas sin preocuparnos por la monetización. Estamos encantados de unirnos a Netflix en esta etapa inicial y de poder continuar haciendo lo que nos apasiona mientras colaboramos para construir el futuro de los juegos en Netflix.
Netflix no ha revelado la cantidad que se ha depositado en la compra de Boss Fight Entertainment, pero lo que sí ha indicado es que a través de este tipo de compras y colaboraciones aspira a establecer un estudio de videojuegos de primer nivel capaz de ofrecer una amplia variedad de juegos divertidos, sin anuncios y sin compras para los millones de usuarios de todo el mundo.
