Si se confirman los últimos rumores ya podemos empezar a decir quién ganará la próxima batalla de consolas. No será ni Sony ni Microsoft… el ganador absoluto será AMD ya que le lloverán billetes tanto de una marca como de otra. En efecto, todo apunta a que será Advanced Micro Devices la que se ocupará de la potencia de proceso de la nueva Xbox.
Y lo hará de un modo similar a como lo ha hecho en PS4, utilizando CPU's Jaguar x86 y abandonando la arquitectura Power PC que actualmente se encuentra presente en nuestras Xbox 360.
La parte negativa del asunto que citan las fuentes anónimas a las que Bloomberg ha tenido acceso es que, por el momento, parece que la nueva consola no será compatible con los juegos actuales de Xbox 360. Una decisión muy salvaje y que seguro cabreará a todos aquellos que, como yo, nos hemos ocupado de tener una biblioteca bien surtida de títulos. Quizá es que nos hemos mal acostumbrado muy rápido al rollo ese de la retrocompatibilidad.
El pasar a una arquitectura x86 y reformar la consola para que sea, todavía más, como un PC también tiene sus cosas buenas. Será más fácil desarrollar títulos multiplataforma que consigan exprimir la potencia de la máquina. Vamos, que los desarrolladores podrán dedicarse a hacer juegos buenos y no a luchar contra el hardware específico de cada máquina.
Aunque eso sí, si al final resulta que esta y la nueva PS4 vienen a tener unas entrañas muy parecidas la decisión al decantarse por una o por otra será cuestión de los servicios que ofrezcan. Ya sabemos que Microsoft quiere que Xbox sea el epicentro del comedor y que Sony apuesta más por una consola de juegos con todo tipo de actividad en redes sociales… ya veremos al final qué convence más a los usuarios.
De momento apuntad a Mayo, que es cuando suena que se hará pública la nueva consola del gigante de Redmond. ¿Nos sorprenderán?
Vía | Bloomberg
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