Tras los informes financieros publicados recientemente por Sony y Nintendo le ha tocado a Activision salir a escena para mostrar qué tal le ha ido durante el primer trimestre del actual año fiscal, el periodo que abarca del 1 de abril al 30 de junio. Tres meses que la compañía preferirá dejar en el olvido porque no han sido para tirar cohetes.
Así se ha confirmado que la compañía ha logrado ingresar un total de 1.640 millones de dólares, una cifra que de primeras parece sorprendente y muy elevada, pero el problema está en que es un 28% menos en comparación con el mismo periodo de tiempo en 2021.
Por si no fuera suficiente, durante este trimestre se han ingresado 490 millones menos en la venta de productos y también se han perdido alrededor de 361 millones de usuarios entre todos sus videojuegos, lo que equivale a un 12% menos con respecto a los números registrados en 2021.
Gran parte de la culpa la tiene la saga Call of Duty, ya que la cantidad de jugadores se ha situado por debajo de los 100 millones y ahora mismo se encuentra en 96 millones. Por supuesto siguen siendo unos números bastante altos y el mayor responsable de ello es Call of Duty Mobile, con un desempeño estable.
En el caso de Blizzard, a pesar del lanzamiento de Diablo Immortal, ha ingresado un 7% menos en comparación con el año pasado. Al menos, la entrega free-to-play de la saga ha ayudado a aumentar la cantidad de usuarios activos mensuales, subiendo de un 23% a un 27%. Además, de cara a los próximos meses tiene previsto el lanzamiento de Overwatch 2, World of Warcraft: Wrath of the Lich King Classic y World of Warcraft: Dragonflight, sin olvidarnos del futuro Diablo IV.
Por su parte, King sí ha salido mucho mejor parada al obtener unos ingresos del 8%, algo llamativo si tenemos en cuenta que ha registrado una menor participación en su base de usuarios. Exactamente un 4% menos, de manera que se queda en 240 millones.
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