Muerte por éxito. Así se denomina la situación surgida en multitud de empresas que, consiguiendo un crecimiento desbordante, no han sabido mantener los estándares de calidad necesarios, invirtiendo así su proceso de expansión hasta caer en la más absoluta bancarrota. Aunque no lo pudiera parecer hoy en día si tenemos en cuenta los número que baraja, Nintendo estuvo hace poco al borde de ese desenlace, y fue su presidente, Satoru Iwata, el que con una medida sorprendente salvo la compañía.
Tras pasar de lo más alto hasta las más bajas posiciones del sector con la incursión de Sony en el mercado de los videojuegos, Nintendo consiguió remontar el vuelo gracias a la llegada de DS y Wii, experimentando un crecimiento empresarial que, según Satoru Iwata, le venía grande a la empresa. Fue entonces cuando él mismo realizó una lista con 700 errores que su propia empresa debía corregir si quería retomar el puesto que le fue arrebatado.
Pese a que la lista completa no ha salido a la luz, sí que se han dado a conocer diversos detalles de la misma, como por ejemplo que la falta de innovación podía venir dada por la obsesión con crear secuelas de franquicias ya existentes y que la solución para la misma podría pasar por exteriorizar el desarrollo de sagas de "baja prioridad".
El informe de Nikkei que recoge parte de esa lista afirma que gracias al trabajo de Iwata la empresa ha podido afianzarse en el mercado manteniéndose fiel a su estilo, así que, además de Miyamoto, Nintendo ya parece haber consagrado a un nuevo mesías. Desde luego no se puede negar la validez y dificultad de su propuesta, más aún si tenemos en cuenta lo difícil que es hacer autocrítica en una empresa de semejante envergadura.
Vía | Siliconera
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