Hace ya un tiempo el mismísimo Iwata se posicionó claramente en contra de los juegos para Smartphone. Bueno, no contra ellos pero sí contra la nueva tendencia a ofrecerlos a precios que hasta ahora eran impensables. Están acabando con la industria, decía. Y su miedo era lógico ya que muchos analistas creyeron ver el final de la época de las consolas portátiles y el inicio de la era Smartphone.
Ha pasado el tiempo y Nintendo 3DS, que empezó tambaleándose por su fuerte precio y por un catálogo no muy fino, ha conseguido no sólo mantener el tipo si no que además está empezando a despuntar. Momento lógico para que Iwata saque su espada y convertido en el Braveheart de Kioto proclame que a las consolas portátiles nadie las va a vencer. Faltaría más.
“El verano pasado, cuando el ritmo de ventas de Nintendo 3DS era muy lento, muchos extremistas dijeron que “con la penetración de los smartphones, ¿todavía queda mercado para las consolas portátiles?” Que era casi lo mismo a decir que las consolas portátiles ya no eran necesarias.”
“Creo que hemos demostrado que esas opiniones son incorrectas.”
Bajada de precio radical, títulos a la altura de lo que la consola se merece, mejoras progresivas, nuevas opciones… Nintendo 3DS poco a poco va ganando valor comercial y sus usuarios lo saben y lo agradecen. Quizá el problema no venía por la implantación de los smartphones y sus juegos… puede que el problema estuviese en la misma Nintendo y en el tiempo que ha tardado en darle razones de peso a sus usuarios.
Vía | Gamespot
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