No ha sido la mejor entrega para Activision, ya que Call of Duty: Vanguard ha estado por debajo de las expectativas, tal y como reconoce la compañía en su último informe financiero. Es por ello que el plan para volver a tomar el trono con más fuerza ha comenzado.
En primer lugar, Infinity Ward estará al cargo no solo del Call of Duty planeado para este año, sino también de lo que se avecina para Warzone. La participación también ha caído en el battle royale, a pesar de la llegada del nuevo mapa de Caldera, por lo que Activision quiere subsanar la situación.
"El equipo está trabajando en el plan más ambicioso en la historia de la franquicia, con una innovación líder en la industria y un entorno de franquicia muy atractivo", explican desde la empresa. La propia Infinity Ward ha confirmado que "próximamente llegará una nueva generación de Call of Duty", lo cual hace que nos frotemos las manos.
Infinity Ward ha tenido siempre un contacto muy estrecho con los Warfare. Han sido autores de Call of Duty 4: Modern Warfare, Call of Duty: Infinite Warfare y el más reciente en 2019, Call of Duty: Modern Warfare. Activision ha desvelado que se mantienen los planes para nuevas experiencias y títulos no anunciados en el universo de la saga.
En lo referente al estado de la plantilla, la compañía ha señalado que han convertido a casi 500 trabajadores temporales a empleados de tiempo completo. Además, se han otorgado salarios más altos y mejores beneficios con tiempo libre remunerado para la mayor parte de los empleados temporales. Recientemente, esta situación fue criticada por Raven Software, lo que derivó en una huelga.
Mientras, las últimas informaciones apuntan a que Activision está valorando la posibilidad de abandonar las entregas anuales de Call of Duty y se espera que las tres próximas entregas de la franquicia también aparezcan en los sistemas de Sony.
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