Los trucos empañan el ambiente competitivo en los videojuegos, y por desgracia es bastante sencillo acceder a ellos. La industria china está haciendo todo lo posible por impedir su uso, pero cada vez lo tienen más complicado.
Tencent, una de las mayores empresas de videojuegos del mundo si no la mayor, banea a más de 10.000 jugadores de League of Legends cada semana por hacer trampas en las partidas, según hemos podido ver en este reportaje de Technode.
De hecho, la clase de trucos que aquí se detectan son ya bastante conocidos por los desarrolladores de videojuegos en China. Tanto, que incluso contratan a compañías externas, como la llamada BattlEye, especializadas en localizar y combatir cheats. Sin embargo, los creadores de estos últimos han sabido responder, y actualmente parece que los métodos para contrarrestarlos no funcionan.
El frente de los trucos a través de software, como el famoso aimbot de los shooters, está ya prácticamente cubierto. La nueva moda ahora son los trucos a través de hardware, es decir, dispositivos físicos que se pueden conectar a un PC para modificar el juego, como ratones especiales con macros.
Tal y como explican también en el citado reportaje, estos son mucho más difíciles de detectar. Uno de los más usados, especialmente por streamers y demás creadores de contenido, reduce notablemente el retroceso de las armas en juegos FPS, permitiendo disparos más seguidos y precisos. Para cualquiera que esté jugando contra un usuario que use esto, o incluso para los espectadores del streaming de ese mismo usuario, no es tan fácil darse cuenta del truco como pasa con aimbot.
Tencent afirma que el 30% de los ratones y teclados que se usan para jugar a sus juegos de disparos online, como CrossFire, están equipados con funciones macro para hacer trampas. Son menos efectivos que un apuntado automático, pero de nuevo, no se ven tan fácilmente.
La industria china se debate sobre cómo actuar contra las compañías que fabrican estos dispositivos. Por mucho que baneen jugadores, estos se podrán seguir comprando, y ni siquiera pueden demandar a los fabricantes porque dentro de la ley china no se considera delito cuando la modificación es externa al software. Es decir, si fueran cheats construidos desde el mismo juego sí que serían ilegales, pero como operan sobre un hardware propio, no lo son.
Aunque una demanda penal es imposible, existe la posibilidad de presentar una demanda civil. No obstante, nadie lo ha hecho nunca en este ámbito, y las compañías todavía no saben qué hacer antes de dar el paso.
Una vez más, si queréis conocer al detalle la situación, podéis leer el reportaje de Technode aquí mismo.
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