Estamos a 19 de julio y Activision Blizzard sigue operando de manera independiente como compañía de videojuegos. El plazo puesto para sumarse a la familia de Microsoft se ha complido. Pero eso no significa que ambas partes hayan renunciado a la impresionante iniciativa por integrar la compañía y sus juegos a Xbox Game Studios: hacer las cosas bien y al gusto de todos requerirá más tiempo del esperado. Pero no mucho más.
No es que se hayan echado atrás, más bien todo lo contrario: la venta y popularidad de los Call of Duty clásicos en Xbox ha subido como la espuma estos días. Pero queda todavía un fleco por cortar: la situación en el Reino Unido. Más concretamente, la burocracia británica. Ante esas, una solución de mutuo acuerdo: aplazar la colosal compra a octubre, tal y como afirma Phil Spencer de Xbox.
Microsoft y Activision Blizzard han extendido la fecha límite del acuerdo de fusión hasta el 18/10. Somos optimistas acerca de lograr esto y estamos emocionados de llevar más juegos a más jugadores en todas partes.
Después de no cumplirse con la fecha límite del acuerdo original, el 18 de julio, Microsoft y Activision Blizzard se comprometen a finalizar la transacción antes del 18 de octubre de 2023. Eso sí, ya cuentan con el respaldo adicional de 40 países (según una portavoz de Activision Blizzard) y con la FTC de Estados Unidos habiendo gastado todos sus recursos a la hora de intentar bloquear el proceso.
Dicho de otro modo, el 18 de octubre es la nueva fecha límite, pero puede cerrarse antes, habiendo cláusulas específicas que replantearán el precio final de la operación. ¿En qué consiste este nuevo acuerdo aplazamiento? Brad Smith matizó las consecuencias económicas que implican la extensión del acuerdo de fusión de Microsoft y Activision Blizzard tras el cambio de fecha final.
- Activision Blizzard tiene derecho a pagar 0,99 dólares por acción a sus accionistas.
- Ambas partes han acordado que el cargo por terminación del trato no está sujeto a ninguna otra condición que no sea la falta de cierre.
De hecho, según Smith, se ha blindado el acuerdo por partida doble de modo que en caso de que el trato no llegue a cerrarse pasado septiembre habrá una cláusula de hasta 4,5 mi millones de dólares.
- Si el acuerdo no se cierra antes del 29 de agosto de 2023, la tarifa de terminación que pagará Microsoft si se rescinde el acuerdo aumentará de 3 mil millones de dólares a 3,5 mil millones de dólares.
- Y si el trato no se cierra antes del 15 de septiembre de 2023, aumentará de 3,5 mil millones de dólares a 4,5 mil millones de dólares. Cualquier tarifa de terminación solo se pagará si el trato no se cierra.
Un margen amplio y, esperamos, suficiente para resolver cualquier diferencia en un país que no solo es importante, sino que que no está de más operan agentes tan importantes como Rare (Sea of thieves) o PlayGround Games (Fable y Forza Horizon). Y que la comisión británica no descarte empezar de nuevo la investigación, ese extra de margen de cuatro meses habilita a Microsoft adaptarse a las posibles concesiones derivadas. En cualquier caso, la CMA del reino Unido, confía aportar novedades al proceso antes del 29 de agosto.
¿Qué pasará después? En caso de cerrarse el acuerdo, Microsoft (y por extensión Xbox) sumarán a su cartera de licencias sagas como Call of Duty, Crash Bandicoot, Diablo, Warcraft o Candy Crush. Su plan es aumentar el valor de la marca Xbox y llevar los juegos a cientos de millones de nuevas plataformas, incluyendo Nintendo Switch o servicios de juego en la Nube; además de móviles. En lo que respecta a PlayStation, el único acuerdo llegado son 10 años de Call of Duty, aunque originalmente la oferta de Microsoft fue mucho más generosa.
Y pese a que no descartamos en absoluto que en los próximos meses tengamos nuevas revelaciones insólitas como las ofrecidas durante el juicio de la FTC contra Microsoft, confiamos en que al final se llegue al final del culebrón. Porque ya toca.
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