Striking Distance Studios, subsidiaria de Krafton, no está pasando por sus mejores momentos, sobre todo desde el último comunicado que se ha producido esta semana. Según cuenta el portal Bloomberg, Glen Schofield, el director ejecutivo de la compañía, ha decidido abandonar el equipo con la intención de buscar nuevas oportunidades en otros lugares.
Y no es el único que ha querido bajarse del barco, porque a su baja se han sumado también las salidas del jefe de operaciones y la del jefe de finanzas. En el caso de Schofield resulta muy llamativo porque fue el que fundó la compañía en 2019 con el objetivo de desarrollar The Callisto Protocol, el juego de acción y terror espacial que llegó a finales de 2022 como un sucesor espiritual de Dead Space.
Ya sea por las comparaciones o por su propuesta, la verdad es que el título no salió muy bien parado al contar con una nota media de un 69 en Metacritic. Además, en cuestión de ventas ha alcanzado los dos millones de unidades vendidas frente a los cinco millones que Krafton aspiraba conseguir.
La situación conllevó que Striking Distance Studios tomase la decisión de llevar a cabo una serie de recortes, de forma que en los últimos meses ha despedido a más de 30 personas. Asimismo, Schofield ha comentado que su marcha es una sensación agridulce, pero asegura que "el estudio se queda en buenas manos". Exactamente será en las de Steve Papoutsis, quien pasará a asumir el papel de nuevo director ejecutivo.
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