Volvemos a hablar de la polémica que genera la violencia en los videojuegos, esa que no existe más que en el DVD, el CD, el cartucho o el disco duro donde esté almacenada. Esa que no es real, donde ningún ser humano muere ni es torturado, sólo un puñado de polígonos. Y lo hacemos porque es Cruz Roja la que asegura que:
Hay una audiencia de más de 600 millones de usuarios que podrían estar violando las leyes humanitarias internacionales aprobadas en las convenciones de Ginebra y La Haya.
Esos 600 millones de usuarios a los que se refiere somos los jugadores. En esos 600 millones de usuarios estamos incluidos tanto los que escribimos en VidaExtra como los que nos leéis. ¿De verdad alguien cree seriamente que podríamos estar violando esas leyes internacionales de las que habla Cruz Roja? ¿En serio? Porque parece una broma de mal gusto.
De nuevo vuelven a salir como ejemplos de esta violación de leyes humanitarias internacionales la misión No Russian del ‘Call of Duty: Modern Warfare 2’ (aquella en la que decenas de viciles son acribillados en un aeropuerto. Os dejo el vídeo un poco más abajo) o la tortura a prisioneros en ‘Call of Duty: Black Ops’, pero seguro que en Cruz Roja tienen un buen puñado de casos más de los que tirar. La organización ha realizado declaraciones como estas:
[Los videojuegos bélicos] promueven ataques contra civiles y lugares protegidos como iglesias o mezquitas. En ellos aparecen escenas que retratan interrogatorios en los que es posible realizar torturas, degradar o maltratar a los prisioneros sin que el jugador sea sancionado por ello.
Vídeo | YouTube
Yo llevo muchos años jugando a todo tipo de juegos, violentos y no violentos, pero nunca he tenido la sensación de que los primeros estuvieran promoviendo este tipo de ataques. Nunca he tenido el impulso de meterme en una iglesia, una mezquita o una panadería armado hasta los dientes y acabar con todo aquel que se me pusiera por delante solamente por haber jugado a tal o cual juego. Por suerte no nos consideran criminales (¡viva! Y gracias, ¿eh?).
Hablan de violencia injusfiticada en estos juegos (¿alguna vez está justificada? Pregunto) y de aplicación de leyes existentes en el mundo real:
Al igual que en la vida real las fuerzas armadas están sujetas a normativas en conflicto, los videojuegos que simulan estas experiencias de combate deberían preocuparse por incluir estas reglas y obligar a su cumplimiento.
Pues mire, no. No podemos ir aplicando leyes reales en los videojuegos porque, lo crean en Cruz Roja o no, esos personajes que sangran de forma tan realista en pantalla no son seres humanos. No hay carne, no hay hueso, no piensan, no viven. Los mundos virtuales tienen sus propias leyes. Eso es lo divertido.
Cruz Roja entiende que los videojuegos deberían ser políticamente correctos. Quiere que en los enfrentamientos bélicos virtuales se cumplan las mismas leyes que en los reales. Y eso teniendo en cuenta que en muchos de los conflictos reales estas leyes se la pasan los gobiernos por esa zona del cuerpo a la que normalmente no llega el sol, conocida también como culo. Pero eso ya es otra historia, volvamos a lo nuestro. Yo no voy a ir a ningún aeropuerto a aniquilar civiles, pero me lo pasé en grande con No Russian. ¿Cómo voy a tener remordimientos de conciencia y pensar en no sé qué leyes internacionales cuando lo que tengo delante son polígonos, texturas y balas virtuales? Que no, señores, que no.
Más declaraciones de Cruz Roja:
Los valores aportados por la Ley internacional de Derechos Humanos limitan la violencia excesiva y protegen la dignidad humana. Es lamentable que los productores de juegos casi nunca incorporen estas reglas de manera creativa.
La clave está en “protegen la dignidad humana”. ¿Qué dignidad tienen un puñado de personajes virtuales? Repito: confundir realidad y videojuegos es algo más que un simple error. Por el momento también se ha producido una réplica digamos oficial. Rick Taylor, vicepresidente de comunicación en la Entertainment Software Association, ha dicho lo siguiente:
Estamos comprometidos profundamente con los derechos de los desarrolladores a la libertad creativa para llevar a cabo su visión artística.
Bien por el señor Taylor, muy bien.
La sensación que me queda después de haber leído todas las declaraciones y propuestas de Cruz Roja es la que siempre producen este tipo de intentos por hacer que los videojuegos violentos no lo sean tanto. O si lo son, que al menos “los buenos” actúen de forma ejemplar según las leyes que rigen nuestra sociedad (esas que lamentablemente no se cumplen en muchos casos, repito). Pinta a pataleta y a “me meto con los videojuegos ahora que tienen cada vez más peso, a ver si conseguimos algo”. Oportunismo, vaya. Y ese “algo” sólo Cruz Roja sabrá exactamente qué significa.
Lo más probable es que todo esto no vaya a ningún lado y si nos hacemos eco de ello aquí es porque viene de Cruz Roja. Espero que no volvamos a oír hablar de estas tonterías. Espero mucho, lo sé.
Gracias a Necrid por el aviso.
Vía | La Información
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