Actualización: Valve ha respondido a las acusaciones alegando que los cargos no hacen referencia a juegos vendidos en Steam, sino a claves suministradas por las distribuidoras que, en caso de que así lo pidan, pueden bloquearse en determinados países. Además, ha emitido el siguiente comunicado:
Los bloqueos por región solo afectan a un pequeño número de títulos. En el momento al que se refieren los cargos solo el 3% de juegos en Steam, aproximadamente (ninguno de ellos un juego de Valve), contaban con el bloqueo por región dentro del Espacio Económico Europeo. Valve cree que la decisión de la Comisión Europea de extender la responsabilidad a una plataforma de distribución no debería de ser contemplada según las leyes aplicables. En cualquier caso, y dadas las preocupaciones de la Comisión Europea, Valve desactivó todos los bloqueos regionales dentro del EEE desde 2015, a excepción de aquellos necesarios por requisitos legales locales (como por ejemplo las leyes sobre contenido en Alemania) o casos en los que un socio de Steam pone límites geográficos en su licencia para distribuir un juego. La eliminación de los bloqueos por región significan también que los distribuidores subirán los precios en zonas con menos poder adquisitivo para evitar regulaciones. No hay costes asociados al envío de claves de un país a otro y la clave de activación es todo lo que se necesita para activar y jugar un título en PC.
La Comisión Europea, que ostenta el poder ejecutivo y la iniciativa legislativa en Europa, ha publicado en el día de hoy un documento según el cual Valve, junto a Bandai Namco, Capcom, Focus Home, Koch Media y Zenimax; estaría cometiendo irregularidades con respecto al bloqueo geográfico de juegos.
Nuevas medidas implementadas en diciembre de 2018 prohibirían un bloqueo geográfico injustificado, algo que según la comisión hacen dichas compañías al bloquear claves de juegos -principalmente de países como República Checa, Estonia, Hungría, Lituana, Letonia, Polonia o Eslovaquia; donde son más baratas- para evitar su venta en otros países con un poder adquisitivo mayor, como Alemania o Reino Unido.
Un movimiento por parte de dichas compañías destinado a maximizar sus beneficios, vendiendo claves más baratas en países con menor poder adquisitivo y claves más caras en países con mayor poder adquisitivo. Algo que choca frontalmente con la intención de la Unión Europea de crear un mercado común que comparta precios entre los distintos países.
El documento presentado hoy no es más que el inicio de una investigación, con la vía todavía abierta a que Valve y demás compañías presenten una contraargumentación. Una posibilidad más que probable teniendo en cuenta que el incumplimiento de esta normativa puede llevar a multas de hasta el 10% de los ingresos anuales de la empresa en cuestión.
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