Uno de los momentos más relevantes que nos dejó la industria de los videojuegos el año pasado fue la decisión por parte de Microsoft de comprar ZeniMax Media, la empresa matriz de Bethesda. Este anuncio supuso una auténtica conmoción y puede llegar a ser determinante de cara al futuro.
Uno de los pasos que ha tomado Microsoft antes de cerrar la operación ha sido solicitar la aprobación de la Comisión Europea respecto a esta operación en el Viejo Continente, tal y como indica la web del organismo.
El agente regulador antimonopolio de la Unión Europea tiene en su cometido aprobar el acuerdo con o sin concesiones durante su revisión preliminar o bien abrir una investigación a gran escala "si tiene serias preocupaciones", afirman desde Reuters.
Todo ello con el fin de evitar posibles monopolios. En el caso de fusiones y adquisiciones, la Comisión puede rechazar acuerdos que amenacen la competencia del mercado u obligar a la empresa a deshacerse de sus intereses. El reglamento que usará la Unión Europea es el Nº 139/2004, el cual habla "sobre el control de las concentraciones entre empresas."
El anuncio de la decisión tiene previsto realizarse antes del 5 de marzo. El coste de la operación está estimado en más de 7.500 millones de dólares, por lo que Microsoft tiene previsto hacerse con los derechos de, entre otras empresas, las licencias de Bethesda Softworks, los cuales han desarrollado títulos icónicos de la industria como Fallout 4, DOOM Eternal o The Elder Scrolls V: Skyrim.
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