Hoy debería haber sido un día de celebración en Ubisoft por la buena recepción que ha tenido Assassin's Creed Mirage y por su inminente lanzamiento. Sin embargo, esta misma tarde el periódico francés Libération ha comunicado un caso gravísimo de agresión y acoso sexual en Ubisoft que ha acabado con la detención de un total de cinco ex-directivos.
En realidad toda esta situación tan polémica que se ha vivido en la empresa ya lleva rondando desde hace tres años. En verano de 2020 algunos de los directivos decidieron renunciar a sus puestos de trabajo después de haber recibido acusaciones de acoso sexual, lo que llevo a la propia Ubisoft a pedir disculpas por esta terrible situación y ponerse del lado de las víctimas.
No obstante, unas semanas más tarde decenas de empleados salieron a escena a expresar su descontento por el ambiente tan tóxico que se estaba viviendo en las oficinas, exclamando que la mayoría de quejas se ignoraron por completo o directamente se gestionaron de la peor forma posible. Una situación que provocó el despido de dos de sus ejecutivos, como fueron Tommy François, Vicepresidente de Servicios Editoriales y Creativos en Ubisoft París, y Maxime Béland, Vicepresidente editorial en Ubisoft Toronto, mientras se llevaba a cabo una investigación por las acusaciones.
Precisamente Tommy François ha sido uno de los arrestados por parte de la policía francesa tras una exhaustiva investigación de agresión y acoso sexual a raíz de todos los sucesos previos, además de por la demanda colectiva presentada por el sindicato Solidaires Informatique y dos ex-empleados de la compañía en verano de 2021.
En aquel momento también se incriminó al ex-director creativo Serge Hascoët, quien ha resultado ser otro de los implicados que figuran en las detenciones que se han realizado en las últimas horas, mientras que los otros tres nombres no han salido a la luz por el momento. Todo ello después de que la fiscalía transmitiese los expedientes a la policía judicial tras examinar en profundidad los testimonios de más de 50 empleados y ex-empleados de Ubisoft.
Por ejemplo, según relata el mismo periódico francés, en uno de los testimonios que se han recogido se acusaba a Tommy François de haber estado presente en una fiesta de la empresa organizada por 2015. En ella intentó besar a una empleada sin su consentimiento mientras varios miembros del equipo la sujetaban hasta que logró huir, algo que ella misma comunicó al día siguiente a uno de los directivos, pero la única respuesta que recibió a cambio es que malinterpretó los gestos y se trataba de una broma.
Una situación que parece que no ha variado con el paso de los años, porque en verano de 2022 los empleados publicaron una queja en la que acusaron a la compañía de haber hecho oídos sordos, reclamando que se hiciera algo para abordar el abuso y no obviar sus demandas. Hasta solicitaron tener una representación en la mesa directiva para tener una opinión acerca de cómo se iba a abordar el asunto.
Libération ha podido hablar con Maude Beckers, la abogada de los demandantes, quien ha señalado que "este caso es muy particular porque más allá de un simple comportamiento individual, revela violencia sexual sistemática". Lo curioso es que la propia Ubisoft al ser contactada por esta situación solo se ha limitado a responder que "no tenía conocimiento del asunto y, por lo tanto, no puede hacer comentarios".
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