Nuevas televisiones, pantallones de más de 50 pulgadas que iluminan nuestro comedor y, de paso, una buena porción de la calle. Nos han vendido que es la era digital, la era de la alta definición que nos iba a dejar pasmados con el asombroso detalle y por todo ello debíamos renunciar a lo antiguo, casi quemarlo en hogueras públicas, y hacer un bueno uso de los ahorros. Ya se sabe, la HD no tiene precio.
Pero claro, todo lo anterior está muy bien si siempre vamos a la última y nuestros fondos no tienen límites. ¿Alguien nos dijo lo que iba a suceder con los “elementos” que quedaban desfasados pero que, por imposibilidad económica o por gusto, queríamos seguir conectando a la nueva tecnología?.
Nadie nos avisó de que los DVD pasarían a verse borrosos, que la definición de la anterior generación de consolas iba a bajar aún más y que, si lo nuestro eran los juegos retro, las íbamos a pasar canutas. Centrémonos en lo que nos interesa y abramos la puerta al mundo retro. No nos engañemos, cuando un fabricante tiene que preparar uno de esos títulos recopilatorios de juegos antiguos que tan de moda están hace un pacto con el diablo e invoca a alguien a quien deberíamos odiar, La Interpolación.
La interpolación es nuestra enemiga, representa a la mayor salvajada que se le puede hacer a un pobre y digno pixel, es casi como una tortura china aplicada sobre el bueno de Chuck Norris. Vamos, un auténtico estropicio.
En resumen, y permitidme simplificar a lo bestia, lo que sucede es que los antiguos televisores y sistemas de entretenimiento, vertían el vídeo a una resolución determinada. Todos los juegos antiguos se basaban en ella y se veían “definidos”. Al llegar la salvajada del FullHD o del HDReady, las consolas deben interpolar la imagen anterior y mucho más pequeña hasta otra más grande y acorde con la nueva área de visión.
Y aunque existen diversos tipos de interpolación, y algunos de ellos bastante lustrosos, se suele tirar por el camino de en medio y dejar que el software calcule el color de los píxeles que se han de inventar para rellenar los nuevos huecos.
Los resultados ya los conocéis, unos juegos bastante más feos y desenfocados de lo que recordabais. Por supuesto que no todos se aplican el mismo cuento, mirad por ejemplo a la versión HD de ‘Street Fighter II’ y el montón de personajes redibujados que nos pone en pantalla.
Claro, es que para ese título se tuvieron que rehacer desde cero y cuando se habla de reeditar un juego retro, lo que se busca es un producto que cueste dos duros. Ojalá todos se hiciesen eco de la manera de hacer las cosas de Capcom, en este aspecto, claro.
Vía | NFGWorld
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