Si habéis estado atentos en los últimos meses a la industria de los videojuegos, seguro que os habéis fijado que Arabia Saudí ha aparecido con frecuencia. El país se ha hecho con el 100% de SNK, ha invertido 1.000 millones de dólares en Embracer Group y ha apostado a caballo ganador con Nintendo.
Una línea de actuación muy clara con la que pretenden penetrar en territorio virtual. Ahora, esta política se va a incrementar hasta cotas insospechadas. The Savvy Gaming Group es la organización encargada de realizar todas las gestiones hacia los videojuegos en el país y tiene 37.800 millones de dólares en la cartera para invertir.
¿Hacia donde apunta exactamente el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman? La idea es comprar multitud de compañías y poner la primera piedra en otras tantas. "Convertirse en un socio de desarrollo estratégico" es el objetivo a cumplir para el año 2030 y el primer paso ha sido destinar 13.000 millones de dólares a ello.
Otros 18.000 millones de dólares se distribuirán en inversiones minoritarias, lo cual se espera que repercuta en crear 250 estudios de videojuegos y 39.000 puestos de trabajo. 532 millones de dólares irán hacia, fundamentalmente, los deportes electrónicos, otro sector en el que Arabia Saudí quiere erigirse como líder.
Finalmente, algo más de 5.300 millones de dólares repercutirán en inversiones en grandes empresas que puedan respaldar proyectos de The Savvy Gaming Group.
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