A Microsoft le han llovido palos por todos lados durante la presente generación y todo por un desafortunado fallo de fabricación en la consola. Comúnmente conocidas como las tres luces rojas o el anillo de la muerte, hemos sido muchos los que en algún momento u otro, algunos incluso en varias ocasiones, hemos tenido que enviar nuestra Xbox 360 al SAT para que nos la cambiasen por una a la que no se le hubiesen fundido los chips.
Desde entonces disipar el calor de la consola se ha convertido en toda una odisea. Que no coja nada de polvo, que esté en una habitación ventilada, colócala así que mueve mejor el aire, etc. Un problema que finalmente no sufriremos con la nueva Xbox 360 Slim, y no porque su diseño garantice una ventilación excelente, sino porque la propia consola se apagará para evitar sobrecalentamientos.
Una vez la temperatura de la máquina alcance cotas peligrosas, nos mostrará un mensaje advirtiéndonos de que su ventilación no está siendo la suficiente y que se apagará para que el problema no vaya a más. Una luz se quedará parpadeando indicándonos con su desaparición que podemos volver a conectar la consola sin peligro.
Una idea que se agradece, pero que también se podría haber traducido en un sistema de ventilación eficaz, algo que por el momento tampoco se ha puesto en duda y ni siquiera se ha dado a conocer una Xbox 360 Slim que haya tenido problemas de ventilación. Algo que además es una excelente noticia. Pese a ello, si por desgracia la cosa se pone fea, siempre será mejor dejar de jugar un rato que tener que tirarte un mes sin poder tocarla. A falta de pan…
Vía | Destructoid
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