Valve ha desatado la fiebre con los tres anuncios de esta semana: SteamOS, Steam Machines y Steam Controller, y el mercurio promete subir aún más cuando la próxima semana se ofrezcan nuevos datos sobre el prototipo de Steam Box en el que han estado trabajando. Hoy, tras la vorágine con el mando presentado ayer, toca jornada de reflexión.
Como siempre digo, calma, veo mucho "no" rotundo y no menos entusiasmo exacerbado. Toca probarlo primero, aguantar varias batallas junto a él y, a partir de ahí, podremos hablar con propiedad. Pero por el momento eso sólo está al alcance de unos pocos mortales, los que ya lo han probado y ofrecen sus impresiones.
Lo coges y, durante los primeros minutos, lo que haces es mover tus pulgares sobre los trackpads maravillándote con la sensación. Suena raro, pero es como contar con dos trackball demasiado grandes para poder entrar en un mando.
Son palabras de Ichiro Lambe, de Dejobaan Games ('AaaaaAAaaaAAAaaAAAAaAAAAA!!!'), recogidas por Kotaku. Lambe reconoce que, sin embargo, mientras que el trackpad puede echar a rodar limitando la precisión, en este caso es como si estuvieses moviendo una rueda con peso, algo similar a los ratones para portátil incrustados entre las teclas.
Lo que más sorprende, sin embargo, es que en la comparativa entre un pad tradicional y el combo de ratón más teclado, el Steam Controller esté más cerca del segundo que del primero.
Los FPS y los RTS parecen aguantar el tipo, ¿pero qué ocurre al cambiar a un juego más clásico, uno que use más los botones tradicionales que los gatillos? Ahí entra en juego un experto en la materia, Tommy Refenes del Team Meat ('Super Meat Boy'), que pudo controlar su particular trozo de carne con la misma facilidad que con el mando de Xbox 360.
En ese caso probó con dos opciones de control. Por un lado el trackpad izquierdo para controlar al personaje, el derecho para el salto y los gatillos para correr, similar a un pad tradicional pero cambiando el botón de salto por el panel táctil derecho. No funcionó tan bien la segunda prueba, en la que se incluía el botón interior trasero como alternativa para correr, y parece que ahí la falta de comodidad puede hacer estragos. Por suerte, la configuración admite opciones, y eso se agradece en otros títulos.
Spelunky precisa de botones para el látigo, saltar, las bombas o las cuerdas. Lo configuramos como si fuese el mando de Xbox, así que el círculo izquierdo sería el equivalente a los botones direccionales, y el derecho se usaría como si tuviese los botones A, B, X y Y en la misma orientación que el pad tradicional. Jugué a Spelunky y el mando funcionaba genial.
Dos opciones de control, dos alternativas destinadas a diferentes géneros, y en ambos casos la fórmula parece funcionar. Que sirva de adelanto a lo que puede acabar siendo, sobre todo en el caso de Refenes y la duda que muchos teníamos frente a géneros como el de las plataformas o la lucha.
Sé que a algunos de vosotros les hará especial gracia el tema del trackball, así que más puntos para el invento, pero como decía al principio, aunque con Valve es difícil no emocionarse, mantengamos el escepticismo, que luego las caídas son dolorosas. Ojalá salga bien, pero no tiremos aún las campanas al vuelo.
Sin embargo, y ayer alguno de vosotros lo decía en los comentarios, si no nos gusta conectamos un mando de PS3 o Xbox 360 al ordenador y a correr, así que puestos a vislumbrar un cambio, lo peor que puede pasar es que no vayamos a mejor y nos quedemos como estamos. Esperemos que no, eso por supuesto, pero por ahora es lo que hay.
Vía | Kotaku
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