El tema de las patentes mola. La gran mayoría de ellas pasan desapercibidas para nosotros y no nos enteramos de lo que una compañía trama o deja de tramar (tiene que haber cada joya por ahí escondida…), pero cuando salen a la luz comprobamos que, efectivamente, un grupo de personas ha estado dándole al coco durante mucho tiempo en búsqueda de nuevas ideas que, en algunas ocasiones, nos parecen demasiado locas.
La patente de Sony de la que os quiero hablar hoy no sabría muy bien cómo calificarla. Lo primero en lo que uno piensa cuando lee algo sobre controles biométricos aplicados a los videojuegos es el Wii Vitality Sensor, ese accesorio anunciado por Nintendo en el E3 del año 2009 cuyo proyecto, al parecer, está parado (no sé si cancelado del todo, congelado o simplemente desarrollo a la espera de que los resultados sean óptimos).
La patente de Sony es del año 2010 y es similar a lo que propuso Nintendo con su pinza para el dedo en cuanto a su objetivo (medir una serie de parámetros biométricos), pero en vez de crear un nuevo dispositivo parece ser que esta tecnología se aplicaría tanto en el DualShock 3 como en el Move y hasta en una consola portátil (¿la PS Vita, quizás?).
Estos dispositivos medirían tres aspectos distintos: la humedad de nuestra piel, nuestro ritmo cardíaco y los movimientos de los músculos de nuestras manos. Una vez recogidos estos datos serían enviados al videojuego para que pudiera interpretarlos y llevar a cabo una serie de acciones. En Sony tienen unas cuantas ideas al respecto:
-
Armas que se adaptan a nuestro nivel de estrés. Imaginad que estáis en una misión de tipo francotirador. Si vuestro nivel de estrés es alto podríais hacer que la precisión de vuestra arma disminuyera, haciendo más complicado acertar en nuestro objetivo.
-
Podríamos resistir un ataque o cargar un escudo tensando nuestros músculos.
-
Cambios en la expresión facial, los movimientos e incluso la voz del personaje en función de nuestros datos biométricos. Un ejemplo: si estamos muy nerviosos el personaje puede sudar.
-
El personaje podría recibir un subidón de adrenalina permitiéndole así correr más rápido, golpear más fuerte o saltar más alto si estamos estresados.
-
La barra de salud del personaje se podría agotar más rápido si nuestro nivel de estrés es muy alto.
-
Un botón de ataque podría cambiar el movimiento del personaje en función de si estamos relajados o no.
-
Variaciones en la música de fondo y el aspecto del escenario en el que nos encontremos según nuestro nivel de estrés. Un ejemplo sería que la pantalla mostrara colores relajantes y sonara una música suave y agradable al detectar que estamos demasiado estresados.
-
Ajustes en el nivel de dificultad de un juego basándose en nuestro nivel de estrés.
Seguramente habéis intentado trasladar esas ideas a momentos concretos de juegos que conocéis. Algunas suenan mejor que otras, pero bien implementadas podrían suponer un gran cambio en nuestra forma de jugar. Veremos si finalmente este tipo de tecnología sale adelante o se queda en nada.
Vía | Siliconera
En VidaExtra | A todo esto, ¿qué fue del Wii Vitality Sensor?
Ver 55 comentarios