Se calcula que PlayStation Vita vendió 16 millones de consolas. Quizás no parezcan demasiadas, viendo las cifras que barajan los sistemas actuales, pero estamos hablando de entre dos y tres millones más que Wii U habiendo llegado a las estanterías un poquito antes. Hay motivos de sobra para no tenerla en un cajón, que conste, pero tenemos claro que esa misma consola habría tenido un rol diferente en la estrategia de PlayStation si hubiese tenido el soporte suficiente. ¿Volveremos a ver otra portátil por parte de Sony? Lo cierto es que hay margen para que eso ocurra.
La situación actual de PlayStation es curiosa: actualmente hay más de 50 millones de PS5 vendidas en algo más de tres años, pero Luigi's Mansion 3 (de Switch) se merienda en ventas los mejores juegos de sus estudios. También sabemos, porque es oficial, que los juegos más populares son Call of Duty, Fortnite y las sagas deportivas de EA. Y cada vez hay más sistemas portátiles de Valve, ROG, Lenovo o MSI que habilitan jugarlos dónde queramos y cuando queramos.
Es más, el dato más significativo de todo es que PlayStation Portal, el reproductor remoto de PS5, lleva agotándose de manera intermitente desde antes de su lanzamiento. A la hora de escribir estas líneas vemos que Amazon está lleno de accesorios pero las unidades provienen de terceros y por encima de su precio, y lo mismo se aplica a El Corte Inglés o Fnac. Si quieres uno (porque lo hemos mirado todo) hay unidades limitadas en PlayStation Direct. La lectura que hacemos es clara: a Sony le interesa investigar darle una sucesora de PS Vita, y el agua del río a comenzado a sonar.
Medios que han probado ser fiables como Insider Gaming han empezado a hacerse eco de que se está desarrollando una nueva consola portátil de PlayStation. Y no solo eso: se han dado detalles realmente específicos al respecto como que tendrá una unidad de procesamiento AMD personalizada, 18 CUs una GPU de aproximadme 1.8 GHz y que podrá ejecutar juegos de PS4 de forma nativa y habilitará que haya títulos de PS5 al promover que los desarrolladores actualicen los juegos existentes y por lanzar. Nada es oficial, que conste, pero sobre el papel no pinta mal. ¿Y en la práctica?
Por qué a Sony le interesa sacar una nueva PlayStation portátil
Hay una razón fundamental por la que a Sony le interesa sacar una consola portátil, y otra a nivel estratégico. La primera no tiene demasiado misterio: todo lo que lleva el logotipo de PlayStation se vende muy bien. La marca está muy bien arraigada y es reconocible en el mundo entero. No es lo mismo presentar unos auriculares compatibles, que unos con licencia oficial y unos propios, como los Auriculares inalámbricos PULSE 3D. Y eso se refleja en el precio.
La segunda razón es más interesante para el jugador y usuario de PS5: actualmente PlayStation no tiene la infraestructura de Microsoft, y mientras la compañía de Xbox hace buenas migas con Valve y NVIDIA y actualiza su sistema operativo Windows para adaptarse a cualquier máquina portátil (abriendo las puertas al Game Pass) nos topamos con que Sony tiene un ecosistema muy cerrado y su juego en la nube es extremadamente limitado.
Y no podemos olvidarnos de alto tan trascendental como tratar de comerle la tostada a Nintendo Switch 2 o, en su defecto, una porción de su pastel.
Si parte del lanzamiento de PlayStation Portal era tantear el terreno, o enviar un globo sonda, para ver qué acogida tenía un dispositivo para jugar en portátil, el mensaje recibido por Sony ha sido alto y claro. Tanto, que en España superó las ventas de otras consolas... Sin tratarse de una consola.
El paso lógico ante ambas situaciones es dar forma y lanzar a la venta un nuevo sistema portátil. Uno que no solo extienda el valor de la marca, incluso entre aquellos que ya tienen la PS5, y que permita jugar a los juegos más populares -propios o de terceros- desde una plataforma PlayStation. No a través de un sistema de reproducción remoto, sino con autonomía y funciones que ya estaban presentes en PS Vita, pero adaptados a lo que exigen los juegos actuales.
Entre otras cosas, porque la única alternativa que hay para jugar a los éxitos de PlayStation en portátil es esperar a que lleguen a PC y llevarlos a una Steam Deck. Y en muchos de esos casos, como ya hemos visto, se ha encontrado con un problema: incluso tratándose de sus sagas estrella, estos juegos habían perdido su momento de mayor popularidad. Salvo, claro, aquellos juegos diseñados para expandirse y evolucionar de manera constante. Algo que Naughty Dog, uno de sus estudios estrella, no tiene la intención de hacer.
PlayStation no debe olvidar lo fundamental: los juegos
40 minutos de dan para hablar de muchas cosas, pero todos damos por hecho que Sony se guardó cartas en la mano en el State of Play. Por primera vez en mucho tiempo su formato de eventos digitales no sirvió para anunciar nuevo hardware o accesorios para PlayStation.
No es que se celebre un State of Play cada mes, pero a lo largo de 2023 hemos visto una revisión de la PS5, un sistema de reproducción remoto, un mando para la accesibilidad, nuevos modelos temáticos de carcasas y mandos, auriculares... y hasta PlayStation VR2. Y esto último es realmente interesante: solo se anunciaron dos juegos para su realidad virtual de nueva generación.
Que Sony saque una nueva portátil será una buena noticia siempre y cuando tenga claras sus prioridades con ella y con su razón de ser: lo que se podrá jugar desde esta y el flujo de nuevos contenidos. A partir de aquí se abren dos posibilidades.
- Que se trate de una alternativa portátil a PS5, recibiendo parte o la totalidad de sus juegos a través de reproducción directa o a través del juego en la nube, lo cual exigiría un plan de PlayStation Plus Premium.
- Que, como PlayStation VR2, reciba sus propios juegos como ocurrió con PS Vita. Lo cual obligaría a que sus estudios propios desarrollasen iniciativas para la misma. Y eso supondría no solo una gran inversión, sino ser más selectivos a la hora de producir juegos y espaciar más los lanzamientos de PS5 y, de cara a unos años, PS6.
Como comentamos al principio, la rumoreada compatibilidad con PS4 y PS5 sumará un sustancial valor a una hipotética portátil de PlayStation y le habilitará medirse con lo que Nintendo, Valve o ROG tienen entre manos. Sobre todo, con una sucesora de Switch que hace mucho, muchísimo ruido sin haber sido formalmente presentada todavía.
Pero al final todo acaba volviendo al punto de inicio: no hay nada anunciado, se está investigando la posibilidad y el secreto a voces del éxito de Switch pasa por los juegos de la Gran N, del mismo modo que el gran atractivo de Steam Deck pasa por la biblioteca que importamos de PC.
Así que, pese a que no es nada descabellado que veamos tarde o temprano una nueva PlayStation portátil, el verdadero desafío de Sony es organizar sus prioridades: ofrecer nuevos juegos capaces de ilusionar. No solo buenos juegos, que también, sino auténticos vendeconsolas. Un desafío que deben asumir de manera interna, para no tener que depender tanto de Fortnite, Call of Duty o la alianza con Square Enix.
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