Una de las inversiones más arriesgadas dentro de los videojuegos es la de los volantes. En concreto, la de los volantes de gama media-alta, que son los más caros y hay que sopesar si vamos a amortizarlos con su uso. Si somos habituales de las competiciones en Gran Turismo Sport o acumulamos cientos de horas al reciente Forza Horizon 5, la duda se responde sola aunque sean 300 euros o más.
En mi caso compré el Logitech G920 hace un año de oferta y apenas le di uso, en parte porque quiero montar una mesa o silla para acoplarlo con firmeza. Pero sé que a la larga le acabaré dando uso. Lo que no quita, en cualquier caso, que me fascine ver de vez en cuando algún DIY por Internet con el que fabricar uno para salir del paso, muy al estilo del imaginativo y sorprendente Nintendo Labo.
Para muestra, un botón. Ahí tenemos un volante para PS4 creado con cajas de cartón y una serie de gomas, usando a mayores pegamento y tijeras para completar el proceso de diseño y montaje. Todo muy casero, sin características profesionales de los volantes que se venden en el mercado, pero que funciona.
A destacar la atención al detalle del "mueble", donde no faltan los pedales. Y todo el juego con las gomas unidas al mando de la consola, viendo después cómo ajusta la sensibilidad del stick y los gatillos. Al menos se lo ha currado bastante.
Hay diferencia entre ese volante de madera con el primer volante oficial para PS5 que se mostró hace poco, cuyo precio asciende a la friolera de 700 euros, ¿eh?
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