Los mandos de la próxima generación de consolas ya han sido presentados, y si la apuesta de la sobremesa de Microsoft renueva y afianza todavía más el muy querido diseño del Control inalámbrico de Xbox a través de los pequeños detalles, Sony da un paso más atrevido con su propuesta: el DualSense dará el relevo a la icónica serie DualShock en la próxima PlayStation.
Porque el diseño de las nuevas consolas siempre es un añadido a tener muy en cuenta, pero son los mandos los que definen realmente nuestra manera de interactuar y sumergirnos en los diferentes mundos que se abren ante nosotros. Y, pese a que uno se acaba acostumbrando a base de invertir horas, la posición del stick izquierdo importa.
Si bien hace no demasiado pusimos las especificaciones anunciadas de ambas consolas frente a frente, ha llegado la hora de desgranar lo que podemos esperar de sus mandos y qué mejoras y detalles esconden más allá del propio diseño.
Una comparativa con un matiz extra muy necesario: no solo tenemos que evaluar lo que aporta cada mando al jugador, que también, sino qué mejoras se ofrecen frente los modelos de Xbox One y PS4. A fin de cuentas, mucho de su catálogo de juegos va a ser compartido.
El nuevo mando de PS5
Lo que promete Sony:
Con el mando DualSense, nuestro objetivo es ofrecer a los jugadores la sensación de formar parte del mundo de juego nada más sacarlo de la caja. Queremos que, cuando jueguen, sientan el mando como una extensión de su cuerpo, hasta el punto de que se olviden de que lo tienen en las manos.
Sony ha hablado: los sticks no se mueven de su sitio
Que empecemos por el mando de la consola de Sony es por mera cuestión de orden alfabético. Ahora bien, salta a la vista que su diseño -arqueado en la parte superior- ya es una declaración de intenciones frente a la rigidez DualShock. Lo cual no quita que se dé continuidad a los sticks posicionados de manera simétrica y su consecuencia directa: seguir dividiendo a los jugadores de PlayStation.
Lo principal y más importante: la disposición de botones y sticks de PlayStation no se toca. El DualSense mantendrá la cruceta compuesta por cuatro botones individuales estratégicamente próximos en la parte superior izquierda y, en consecuencia, el stick izquierdo estará a la misma altura del derecho.
Eso no quiere decir que no veamos cambios. O más bien, palpemos la diferencia: si comparamos el acabado de los sticks con los del DualShock 4 veremos cómo se ha buscado mejorar el tacto a través de un trazado más agradecido. Aunque el verdadero salto en cuestión de inmersión viene a través de la tecnología háptica (como la que usa el Steam Controller), permitiendo trasladar más y mejor lo que sucede en pantalla al mando.
De este modo, Sony se aplica y convierte en punto fuerte una de las incuestionables debilidades de los DualShock: su sistema de vibración estaba en clara desventaja frente al resto de sistemas y ahora busca adelantar a Microsoft por la izquierda.
Los gatillos y bumpers (actuadores) del frontal también han pasado a ser uno de los puntos fuertes de la propuesta de control de Sony, no solo replanteando la forma de los botones L1 y R1 para que ganen presencia, sino también incorporado gatillos adaptables a los botones L2 y R2. Lo cual supondrá un acertado cambio que se notará en los shooters o los juegos de conducción.
Por su parte, los cuatro botones principales con los iconos de PlayStation siguen en su sitio. Como detalle menor, pierden sus correspondientes colores originales, todo sea dicho. Ahora bien, el que gana realmente presencia y protagonismo es su panel táctil, integrando leds laterales para eliminar (¡por fin!) el enorme bloque de luz sobre el puerto de carga del DualShock 4.
DualSense, la evolución del DualShock ya no necesita auriculares
En lo referente a las novedades que darán identidad a la serie DualSense tenemos la nueva forma del propio mando, la cual se desconecta totalmente de la línea evolutiva del mando original de PlayStation (previo al primer DualShock) y se alinea con el resto de mandos de consolas y PCs.
Mucho más sutil es el cambio de rol del botón Share, próximo al panel táctil, pasando a renombrarse oficialmente como botón Create (Crear) con el propósito de ofrecer nuevas vías de generar y publicar contenido propio aunque, de momento, no se ha especificado cómo.
Dicho lo cual, como detalle sutil del nuevo mando el botón PlayStation que preside el centro de los DualShock desde la PS3 se transforma -literalmente- pasando a ser una versión presionable del logotipo de la marca. Y, bajo este botón rediseñado, otra de las grandes novedades: el micrófono.
El DualSense integra una matriz de micrófonos, de modo que ya no será necesario adquirir unos auriculares para comunicarnos con otros jugadores. Eso sí, Sony se cura en salud incluyendo un botón para apagarlo.
Como detalle final podemos ver que Sony apostará por el formato USB C, una apuesta en común con los sistemas de Microsoft y Nintendo, lo cual hará algo más sencillo encontrar cables con los que conectarlos a la consola o recargarlos en caso de que hagamos una sesión maratoniana de juego.
Lo cual no quita que una de las dudas clave siga en el aire: ¿qué autonomía tienen? Y, en consecuencia, ¿qué factura pasa el micrófono y la tecnología háptica a la misma?
El nuevo modelo de control inalámbrico Xbox
Lo que promete Microsoft:
El equipo de diseño de Xbox desarrolló un control de próxima generación para darles a los fans lo que más quieren: un diseño ergonómico mejorado para un rango de gente más amplio, mejor conectividad entre dispositivos, intercambio más fácil y latencia reducida.
El nuevo mando de Xbox no es tan conservador como parece
Visto desde lejos, podría parecer que Xbox One y Xbox Series X compartirán mando. Una impresión que no solo no va desencaminada, sino que es intencional: podremos seguir jugando con los mandos que ya tenemos en la nueva familia de consolas de Microsoft. Y no solo eso, ya que, según Microsoft, el nuevo control funcionará igual de bien en Xbox One y el emparejamiento de dispositivos será muy fácil.
El coloso de Redmond es firme en su decisión de ofrecer una propuesta transgeneracional de juego, lo cual implica que los accesorios que ya tengamos adquiridos seguirán funcionando en la nueva consola y siendo compatibles con el nuevo mando. Y la idea no es mala, si buscas un segundo jugador no tendrás que adquirir un nuevo modelo de mando.
Y lo mismo ocurre si tienes un Chatpad o unos auriculares que funcionan en Xbox One.
Con eso por delante, Microsoft ha buscado el cambio a través de la sutileza, teniendo muy presente que su mando de Xbox es el favorito de incontables jugadores (y desarrolladores) de PC y consola. La clave, claro, está en cómo conseguirlo y se han puesto ideas muy interesantes sobre la mesa:
Por un lado, se ha buscado que el nuevo mando llegue a un rango más amplio de tamaño de manos. Según Ryan Whitake, con énfasis en los jugadores con manos más pequeñas. Para lograrlo se han redondeado los botones superiores, se han reducido ligeramente los bordes de los gatillos y se han esculpido los agarres.
Otro cambio realmente notorio es la propia cruceta (o D-pad) bajo el stick izquierdo, la cual pasa de ser una cruz a tomar la forma de un platillo facetado con el propósito de ofrecer movimientos diagonales más precisos y, a la vez, mantener su filosofía de que reforzar cualquier estilo de juego inspirándose en el mando Elite de Xbox.
Tomando como base lo que aprendimos del control Elite y viendo cómo las personas usan el D-pad, creamos un diseño híbrido para sacar lo mejor de ambos. Se siente increíble. El platillo ligeramente más profundo le brinda a tu pulgar un “lugar” agradable donde descansar.
Los ángulos han sido afinados delicadamente para brindar una buena respuesta con el mínimo de movimiento. Desde el inicio, los jugadores notarán grandes mejoras en el rendimiento.
Continuando con el diseño general del nuevo mando de Xbox, tanto los gatillos como botones superiores (bumpers) han recibido un patrón táctil de puntos con los que se busca afianzar las sensaciones de juego y de agarre durante las partidas, independientemente de que las manos del jugador estén húmedas o secas.
Las pilas como alternativa por demanda popular
Además de los cambios de diseño y la promesa de adaptarse más y mejor a cualquier dispositivo (algo que será clave con la llegada de Project xCloud), el nuevo mando de Xbox también busca introducir novedades.
Lo que se muestra a golpe de vista es la inclusión de un botón de Compartir. Y es que no lo vamos a negar: hacer capturas de vídeo o imagen en Xbox One es un proceso engorroso que implica pasearse por los menús de la consola, y compartirlo (pese a que podemos asociar nuestra cuenta a OneDrive) no es mucho mejor.
Si bien el uso del botón Compartir dependerá de la interfaz de la consola o cómo se simplifique el proceso, que se haya introducido haya un elemento específico para ello es un paso al frente que no solo beneficiará a los usuarios de Xbox Series X, sino también a los de Windows 10 y xCloud. Desde luego, más vale tarde que nunca.
Lo que no veremos es el verdadero arma secreta del mando: Microsoft busca ampliar la versatilidad del control inalámbrico de Xbox a través de varias novedades y mejoras concretas muy a tener en cuenta más allá de la consola:
- Por un lado, Whitake asegura que se está implementado la tecnología de Bluetooth de baja energía (BTLE) para que el emparejamiento de los dispositivos sea mucho más fácil.
- Además, el nuevo mando cuenta con memoria para múltiples dispositivos, de modo que podremos podremos alternar entre diferentes Xbox, PC o móvil de manera más sencilla.
- Si a esto le sumamos que, como el DualSense, también se ha apostado por puerto USB-C, tenemos como resultado que será todavía más fácil conectar el mando a nuevos dispositivos.
- Y, sin salirnos del tema conectividad, otra de las mejoras que se están implementando en el mando es la reducción de la latencia. Un elemento que marcará la diferencia en los juegos competitivos.
¿El proceso para conseguirlo? Whitake la denomina DLI:
Estamos introduciendo un conjunto amplio de sistemas de mejoras al que llamamos entrada dinámica de latencia (DLI), que incluye tecnología específica para la consola y conexión HDMI para la televisión.
Ahora bien, si Sony ha sido inflexible con la disposición de los sticks, Microsoft también renueva con una de las características más distintivas de sus mandos (y que también generan división de opiniones): los nuevos mandos de Xbox también usarán pilas, aunque es posible adquirir baterías para prescindir de ellas.
El motivo es simple: Microsoft tiene claro que una muy significativa base de jugadores de Xbox prefiere usar las tradicionales pilas, con lo que así aspira a ofrecer las dos posibilidades a todo el mundo. Incluyendo, cómo no, aquellos interesados en el mando que lo piensan usar en otros dispositivos.
Fortalezas, flaquezas y dudas en torno a los nuevos mandos de PS5 y Xbox Series X
Con lo anterior por delante tenemos clara la filosofía detrás de cada mando y cómo eso se traducirá a la experiencia de juego que ofrecerán sus consolas:
En el caso de PS5, y más allá de la disposición de los sticks, las vibraciones hápticas supondrán la mayor diferencia (y ventaja) frente al de Xbox. Sony planea transmitir un nuevo nivel de inmersión al jugador sin precedentes en las consolas de PlayStation. Lo cual queda acentuado con el renovado tacto de sus botones o el hecho de incorporar gatillos adaptables.
Por otro lado, una duda menor es si la próxima generación encontrará el modo de darle un uso al panel táctil proporcional a la cantidad de espacio que toma prestado del diseño del mando, o quedará relegado como un simple botón extra. Lógicamente, quien tiene que responder en ese caso son los desarrolladores y estudios.
La otra gran novedad es el modo de prometer e integrar más y mejores elementos sociales a través del propio mando por un lado mediante el nuevo botón Crear y, por otro, eliminando la necesidad de disponer de auriculares para comunicarnos.
Ahora bien, ¿qué calidad de sonido podemos esperar de su sistema de micrófonos? Quizás el precio, cuando se anuncie, nos de más pistas.
Precisamente, es la falta de detalles más concretos lo que juega de momento en su contra: además de quedar por determinar su precio, no sabemos cual será su autonomía usando el micrófono y la vibración o si será compatible con PlayStation VR. La anécdota, por otro lado, es que el gran led trasero del DualShock 4. Y eso es algo que un amplio sector de jugadores encontrará positivo.
Por parte del nuevo mando de Xbox para la nueva generación de consolas nos encontramos con una apuesta total hacia la versatilidad: no solo podremos usarlo en Xbox One, sino que también se ha diseñado con vistas a los jugadores de PC y cualquier dispositivo en el que vaya a aparecer xCloud.
Una jugada que le ha salido de maravilla en Xbox 360 y Xbox One y que promete que todos saldremos ganando de un modo u otro con el nuevo modelo.
Las novedades generales del mando de Xbox Series X parecen ser más comedidas que las del DualSense, pero la estrategia de Microsoft es diferente a la de Sony y un precio más tentador sumado a el hecho de ser compatible con una infinidad de periféricos (incluyendo el Adaptive Controller) son elementos que conviene tener muy en cuenta de cara a lo que se aporta.
Lo cual deja otro debate abierto: ¿qué consola hará más sencillo generar y compartir contenido propio? Tanto Microsoft como Sony nos aplazan a más adelante para resolver la incógnita, y a finales de año para terminar de apreciar en propiedad sus respectivos tactos y acabados.
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