Una de las buenas noticias de la futura PS5 es que ofrecerá retrocompatibilidad con los juegos de las anteriores generaciones. Algo que nos permitirá seguir cerca de nuestros juegos favoritos sin necesidad de conservar la consola en la que los jugábamos, a diferencia de lo que nos ocurrió con la PS4.
Recientemente, Sony ha actualizado la patente en la que explican las pruebas que están realizando para ajustar correctamente la retrocompatibilidad. Para ello, están comprobando el rendimiento de los juegos y recabando las características de rendimiento de la aplicación para poderlas aplicar al nuevo sistema y comprobar en qué puntos coinciden los datos.
Una vez Sony termine esta fase de "ensayo y error" y logre los resultados que espera, comenzarán las pruebas para optimizar el rendimiento en el nuevo hardware y comprobar qué ventajas pueden tener los juegos antiguos en este nuevo sistema, como una ejecución más rápida sin que falle el hardware.
Aunque cabría esperar que estos juegos sufrieran ciertos cambios en su código para adaptarse a la nueva generación, la intención de Sony es que los juegos en la PS5 puedan ejecutarse sin necesitar parches o actualizaciones. Por lo menos nos aseguramos de que todos los "remakes" y "remastered" que nos compramos para la PS4 podremos jugarlos en la PS5. Y los que nos quedan todavía.
En resumen, el trabajo actual de Sony se basa en procesos de medición del rendimiento de los juegos en un dispositivo heredado, para tratar de recabar los suficientes datos como para aplicarse al nuevo sistema y que se garantice la compatibilidad de estos juegos anteriores sin necesidad de cambiar su código. Para conocer más detalles, la patente de Sony está disponible para su consulta.
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