Es increíble cómo cambian las cosas y lo que ayer era claro como el cielo hoy puede ser oscuro como el abismo de Helm. Hubo una época en la que Nintendo sí se prestaba a la lucha tecnológica. Sus consolas eran de las más avanzadas, las más potentes y entraba de pleno en esa batalla por tener la máxima potencia que a día de hoy mantienen Sony y Microsoft.
Era la época de la maravillosa Súper Nintendo y su potencia salvaje, de la Nintendo 64, de la pequeña GameCube… una época que pasó a mejor vida cuando en la compañía japonesa se dieron cuenta de que existía otra vía, la de la innovación salvaje. En ese momento parieron a Nintendo DS y más tarde a Nintendo Wii, en ese momento se hicieron de oro y se apoderaron de un pastel económico que navegaba sin dueño. Por eso, por que parece que Nintendo llevaba otras intenciones, extrañó mucho el anuncio de una nueva consola portátil cuya mayor innovación era las 3D Reales implementadas, la Nintendo 3DS. ¿Un cambio de estrategia? Parece que no.
Reggie Fils-Aime, en una reciente entrevista a Business Week, afirma que Nintendo 3DS es la siguiente evolución de sus consolas portátiles, es la sucesora de DS y si se ha tenido que anunciar ya es por culpa del montón de ideas para juegos nuevos que tienen en mente y que no pueden desarrollar debido a las limitaciones de la actual DS.
“Tenemos muchas ideas sobre qué ofrecer al consumidor y que, por desgracia, no podemos hacer con el modelo actual de DS. Nintendo 3DS es, para nosotros, la heredera de DS, nuestra próxima plataforma portátil.”
Y es que en toda la entrevista de Reggie lo que se puede sobre entender es que para Nintendo el negocio está en el software y que las nuevas iteraciones a nivel de hardware sólo tienen sentido cuando notan que el software (juegos) que quieren diseñar ya no pueden realizarse por falta de potencia o limitación de la máquina actual.
Es un discurso que Nintendo lleva repitiendo desde hace muchísimo cada vez que se les pregunta por una nueva Wii HD o una mejora de las capacidades técnicas de cualquier consola. La clave es el software, no el hardware.
Vía | Vandal
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