Da exactamente igual que los juegos sean buenos, reguleros o directamente malos: la existencia de un mando de Dragon Ball con licencia oficial, uno que puedes conectar directamente a la televisión para jugar con Son Goku y el resto de personajes del manganime, lo convierte en una pieza de colección. ¿Irresistible? Definitivamente no. Ni por lo que ofrece ni por sus particulares formas. Y pese a ello, la gran pregunta: ¿ponerlo en la sección de periféricos o directamente en la de consolas? Las dos respuestas son correctas mientras no esté muy a la vista.
Con un descaro especial, el Plug It In & Play TV Games: Dragon Ball Z convierte el clásico diseño tipo joystick de los mandos popularizados por la mítica Atari en una réplica sorpresivamente detallada del dragón Shenron (el cual aparece al reunir las siete dragon balls) que sirve de palanca y que, a efectos jugables, es acompañada de botones que aprovechan la temática y se integran como las esferas de una, dos y tres estrellas respectivamente en lo que podemos considerar el esculpido.
Puede que sea hortera, que lo es y mucho, pero definitivamente quien lo diseñó sabía muy bien lo que hacía y a qué público iba dedicado aquel invento.
Lógicamente, la magia de este modelo temático del Plug It In & Play se manifiesta al conectarlo a una televisión: en lugar de tratarse de un sistema clónico con una de esas selecciones de juegos de consolas tercera o cuarta generación elegidas a granel y sin licencia, se ofrece a sus usuarios tres videojuegos exclusivos de Dragon Ball Z. A fin de cuentas, y como comentamos, se trata de un artículo completamente licenciado.
Un mando-consola que salió en un momento clave: 2005
Cuando el Plug It In & Play TV Games: Dragon Ball Z llegó a las estanterías el anime de la obra ya acabada de Akira Toriyama inició lo que podemos considerar su segunda juventud: pese al éxito de Dragon Ball en Japón y Europa, durante la emisión del anime, las aventuras de Son Goku tardaron en conocer el éxito en el continente americano. Y eso que hubo diferentes intentos de emitirlo tanto en Estados Unidos como en hispanoamérica.
Tras el cambio de milenio, la popularidad de Dragon Ball logró establecerse en el nuevo continente de manera definitiva y eso, sumado a que la licencia no se había apagado del todo en el resto del planeta, reactivó la maquinaria en Japón: Bandai comenzó una nueva etapa en consolas desde 2001 con el lanzamiento del Dragon Ball Z: Budokai original y el resto es historia del videojuego. Pero, claro, localizar y publicar aquellos juegos no era tan sencillo como cuando se trajo la serie DBZ: Butoden a Francia y España.
No solo por la complejidad de ofrecer un juego para todos los públicos basado en Dragon Ball Z, el verdadero desafío, sino por el quebradero de cabeza del baile de licencias que se producía al importar el manga y el anime a las distribuidoras. Algo que no era precísamente nuevo: el primer juego de Dragon Ball de Bandai llegó a las NES de Estados Unidos como Dragon Warrior. Y lo mismo pasaba con Captain Tsubasa y tantos otros.
Entre una cosa y otra, en 2005 apareció una solución intermedia y para prácticamente todos los públicos. O, al menos y según la caja, para jugadores de 5 años en adelante.La compañía californiana JAKKS Pacific, quien tenía su propio sello de Plug It In & Play TV Games, licenció la marca a través de la americana Funimation (bajo copyright de Shueisha y Toei) y creó tres juegos muy simplones aprovechando un poquito de lo que ya había.
De hecho, se rehusaron sprites de SNES, ideas propias de los arcades de los 80 y se nos daba la bienvenida con el machacón tema de apertura de la versión estadounidense del anime. Definitivamente, aquellos no eran los mejores ingredientes para llevar Dragon Ball a los videojuegos, pero como alternativa a otras Plug It In & Play TV Games de la casa no pasaba desapercibía.
Porque, no perdamos la perspectiva, es innegable que la propuesta jugable estaba muy lejos, lejísimos, de corresponderse con lo que se podía esperar de un juego que coexistió con Gears of War, The Legend of Zelda: Twilight Princess o The Elder Scrolls: Oblivion. Pero se cumplía otro objetivo: ofrecer a los fans (especialmente a los pequeños) videojuegos simplones protagonizados con los personajes de Dragon Ball. Uno de lucha, uno de pinball y una especie de variante muy original de Windjammers.
¿El "Super-Butoden" perdido? Bueno, no exactamente
Al conectar el Plug It In & Play TV Games: Dragon Ball Z a nuestra tele nos topamos con dos cosas especialmente llamativas: lo primer es una interfaz simplona en la que se repite en bucle el midi del tema de apertura norteamericano de Dragon Ball Z creado por el estudio de doblaje de Ocean Group. En este aspecto, no entraremos en valoraciones sobre la canción.
La otra, mucho más interesante, es la triple propuesta acrade que se abría ante nosotros con una imagen que nos remitía a las carteleras de título de cada capítulo y nombres con la fuente del anime. Usando el mando consola podemos seleccionar entre los juegos Kamehameha Assault, una versión muy, muy especial de Pinball y un especialmente interesante Buto-Retsuden. Cada uno con sus propios tutoriales y ajustes, así como un registro de récords.
- Kamehameha Assault es una especie de mezcla entre el Pong, Windjammers y el balón prisionero. La idea es reducir la salud y obtener las dragon balls de nuestro adversario intercambiando proyectiles mientras aprovechamos los rebotes de una esfera de energía que atraviesa la pantalla. Todo, por cierto, con gráficos reciclados de Super Butoden 2 más un personaje inesperado: el pequeño Bu.
- El Pinball del Plug It In & Play TV Games: Dragon Ball Z está basado en la saga de Namek y es la entrada en escena de Freezer y su ejército. Y lo cierto es que dentro del conjunto es especialmente elaborado ya que además de las mecánicas de físicas propias debemos atacar con la bola a enemigos y final bosses en pantalla mientras reunimos las Dragon Balls.
- Sin embargo, y como ya adelantamos, el plato fuerte de los tres es Buto-Retsuden. Un juego de lucha muy inspirado en los Super Butoden y el Hyper Dimension y que vuelve a aprovechar los sprites y mecánicas vistas en los clásicos del Cerebro de la Bestia, incluyendo entre sus opciones de juego su propio modo historia.
Siendo justos, ninguno de los tres títulos creados para la ocasión y preinstalados puede considerarse una excusa para hacerse con el Plug It In & Play TV Games: Dragon Ball Z salvo que seamos unos verdaderos entusiastas del anime de Toriyama, pero lo cierto es que el dispositivo tiene una sorpresa: si bien, la base sirve para colocar las pilas, en el lateral bajo los botones podemos encontrar una ranura para el Game Key, una serie de cartuchos de la propia marca con la que acceder a más juegos.
Las otras consolas de Dragon Ball
Plug It In & Play TV Games: Dragon Ball Z está justo a mitad del camino entre una pieza de coleccionismo y lo que se espera de un juguete, una de esas exóticas consolas que se venden en las tiendas entre calculadoras y piezas de electrónica y los actuales bazares online. De hecho, con sus atractivos y sus defectos, merece la pena recalcar que a día de hoy se siguen vendiendo unidades por nada menos que 150 dólares. En nuestro caso, lógicamente, hay que sumar los gastos de envío.
Sin embargo, y siendo justos, Plug It In & Play TV Games: Dragon Ball Z juega en una liga muy diferente a esos juegos de Dragon Ball que rompieron las barreras del manganime y llegaron a nuestros hogares y está más alineado con esos juegos JavaME que empezaban a proliferar en los móviles contemporáneos. Siendo, a todos los efectos, más atractiva adición al sello de consolas Plug It In & Play TV Games de JAKKS Pacific que otra cosa con un valor adicional: se trata de la primera consola de Dragon Ball ensamblada. Porque había más.
Entre 2006 y 2008 Bandai lanzará en Japón hasta cuatro modelos temáticos de Dragon Ball de su serie Let's! TV Play, consolas que se conectaban directamente a la televisión y que ofrecían experiencias arcade a medida como rail-shooters que aprovechaban unos sensores de movimiento incluidos con el propio dispositivo e incluso, a partir del tercer modelo, una réplica del scoulter como el que usa el ejército de Freezer.
De este modo, se crearon a partir de diciembre de 2006 tres consolas plug-and play bastante más resultonas y directamente inspiradas en el anime.
- Dragon Ball Z: Battle Taikan Kamehameha
- Dragon Ball Z: Battle Taikan Kamehameha 2
- Dragon Ball Z: Scouter Battle Taikan Kamehameha
Sin embargo, el más curioso e interesante de todos fue el cuarto modelo lanzado en 2008, el cual era nada más y nada menos que un crossover jugable entre Dragon Ball y One Piece. On verdadero sueño cumplido para los fans de Toriyama y Eiichiro Oda.
- Dragon Ball Z × One Piece: Battle Taikan Gomu Gomu no Kamehameha
Entre los juegos que salieron después y las alternativas japonesas de consolas para la televisión, está claro que las comparaciones siempre juegan y jugarán en contra del Plug It In & Play TV Games: Dragon Ball Z de JAKKS Pacific. Y, sin embargo, pese a todos sus defectos y sus carencias, algo que siempre ha jugado a su favor: la genuina ilusión de ver en pantalla el anime que apasionó a generaciones enteras.
Un sentimiento que, de un modo u otro, queda renovado con cada nuevo videojuego protagonizado por Son Goku y sus amigos.
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