Sekiro: Shadows Die Twice ya está entre nosotros y no somos pocos los que lo estamos disfrutando como enanos. From Software ha creado otra IP memorable que nos atrapa desde el primer minuto y que resulta ser otra aventura de lo más exigente donde moriremos mucho, como viene siendo habitual en el estudio.
Por eso te traemos una guía con los aspectos básicos que deberías tener grabados a fuego para minimizar en lo máximo posible el número de muertes a lo largo de toda su historia. Incluso aunque seas veterano de los Dark Souls.
Esto no es un Dark Souls
Lo sabemos desde su fantástica presentación del E3 2018, donde repasamos sus características principales, pero conviene recordar algunas diferencias:
- Sekiro no es un RPG de acción: no hay experiencia ni nivel de personaje
- Tan solo podemos subir la barra de vida y el poder ofensivo mediante dos objetos especiales: cuentas de oración y recuerdos, respectivamente
- Hay tres tipos de habilidades (artes de combate, artes marciales shinobi y artes pasivas) que se desbloquean obteniendo puntos de habilidad a medida que vamos rellenando dicha barra matando bastantes enemigos
- Morir no significa volver al último punto donde descansamos: aquí tendremos más de una oportunidad para retomar la partida resucitando desde el mismo sitio donde nos mataron gracias a la sangre del Descendiente Celestial (tenemos una carga al descansar y otra a medida que matamos enemigos)
- Ahora bien, si morimos del todo, perdemos los sen (dinero) que llevemos y la mitad de la barra de puntos de habilidad obtenidos hasta ese instante
- Hay mapa, aunque sólo se puede consultar desde el viaje rápido del ídolo del escultor (lo que sería la hoguera en los Souls) y no muestra casi nada
- El juego se pausa cada vez que accedemos al inventario, por lo que podemos tomarnos todo el tiempo del mundo para consultar lo que queramos
- No nos cansamos al atacar, aquí no hay barra de resistencia
- Podemos saltar
- Y colgarnos de algunos salientes
- De hecho, Sekiro: Shadows Die Twice es bastante vertical
Nociones básicas del control y combate en Sekiro
Parte de la esencia de movimientos sí que guardan similitudes con los Souls, aunque en realidad Sekiro esté fuertemente influenciado por otros dos pesos pesados como son Ninja Gaiden y Tenchu. Teniendo presente este cóctel de lo más letal, esto es lo principal que hay que saber en relación al combate:
- Que no nos cansemos a la hora de dar espadazos no significa que no haya que que preocuparse por una barra de resistencia, porque sí la habrá: la que mide el aguante a los impactos. Tanto la nuestra como la del enemigo. Si llega al máximo, se rompe la guardia y habilita el mortífero golpe mortal
- El golpe mortal se activa tras romper la guardia o al atacar a un enemigo por la espalda, sin que se percate de nuestra presencia. La inmensa mayoría de enemigos los podemos matar así gracias al sigilo. Es sumamente útil
- Los enemigos más duros tendrán varias barras de vida y se vacían con golpes mortales. Lo bueno es que la primera barra de vida la podemos agotar fácilmente si nos acercamos sigilosamente, así iremos en ventaja
- Se pueden desviar la mayoría de ataques del rival. Al hacerlo no se consume la barra de guardia, mientras que la del enemigo sí que lo hará, por lo que será más propenso a un golpe mortal o algún tajo de contraataque previo
- También podemos dar pasos laterales para esquivar y realizar otro tipo de contraataques. En ciertos casos será primordial ya que algunas embestidas del enemigo (o agarres) no se podrán bloquear ni desviar con la espada
- Si caemos al suelo, lo mejor será rodar para esquivar, como en los versus
- El sigilo es de vital importancia en Sekiro. Hay que fijarse en el estado del enemigo (en amarillo estará en alterta mientras que en rojo nos habrá visto) para ver si podemos matarlo sin que nos vea y evitar problemas
- Si nos ha visto, tenemos la opción de escondernos hasta que se canse y haga patrulla de manera normal. De este modo tendremos una nueva oportunidad para realizar un golpe mortal sin alertar a los demás. Francamente útil
- Este truco no funciona contra los enemigos poderosos (los que tienen más de una barra de vida), ya que al alejarnos lo suficiente recuperarán toda su vida
- Aparte de elementos del escenario, como la vegetación para camuflarnos, también podemos usar objetos para distraer al enemigo o incluso que le sea más difícil vernos y oirnos. Porque tampoco es indispensable matar
- Superado el tutorial desbloquearemos la prótesis que nos permitirá usar el arpeo para desplazarnos por el aire de manera mucho más cómoda y ágil, aunque los puntos de anclaje serán reducidos (el juego los resalta)
- Se pueden encadenar varios arpeos sin tocar el suelo
- El arpeo también se puede usar contra ciertos enemigos
- A medida que progresemos en la historia obtendremos más herramientas de prótesis que nos concederán otro tipo de ventajas en combates, como shurikens. Conviene fijarse muy bien en qué tipo de ataque resulta más efectivo contra el enemigo ya que de pocos golpes nos matan. Ahora bien, tanto estas herramientas como las artes requieren de emblemas espirituales
- Un truco muy útil en los combates es fijar al enemigo, no solamente para no perderlo de vista, sino también para localizarlo cuando estamos explorando libremente, que algunos están bien escondidos y la fijación (al pulsar el botón) es automática. Después podremos ir tanteando a los demás cómodamente
Conociendo el maravilloso mundo de Ashina
El escenario de Sekiro: Shadows Die Twice se va abriendo a nuestro paso poco a poco, al igual que las funciones del protagonista. Por ello conviene saber esto:
- Al llegar al templo desolado, tras el tutorial, es recomendable visitar a Hanbei el Inmortal (el camino a mano derecha), ya que nos entrenará a fondo en todas y cada una de las facetas del combate. Aquí no tendremos que preocuparnos por nuestra vida, ya que no nos podrá matar; y él también será inmortal
- Si superamos las primeras pruebas, desbloquearemos el combate libre. Y según avancemos por la aventura se irán desbloqueando más pruebas
- Es vital hablar con Emma, la médica, justo en la entrada del templo desolado y darle semillas de calabaza para que incremente nuestro límite de calabazas curativas, porque éstas se reponen automáticamente al descansar
- Al ser un juego tan vertical es un alivio saber que no recibimos tanto daño por caída. Aunque tampoco es plan de tirarse al vacío sin mirar qué hay debajo
- Explorar a fondo el entorno nos servirá para descubrir atajos. Y es que hay tramos en los que podemos evitar el combate directo yendo por zonas de difícil acceso. Conviene fijarse en los puntos de arpeo, salientes...
- Los enemigos, aparte de incrementar nuestra barra de puntos de habilidad, dejan sen (dinero) y a veces objetos. Para el sen hay que mantener pulsado el botón de recoger objetos, pero lo curioso es que se puede absorber sen a mucha distancia. Pero lo mejor será hacer limpieza cuando no haya peligro
- Hay múltiples objetos de uso rápido que podremos equipar para acceder a ellos al instante. Ahí no pueden faltar ni la calabaza ni las grageas (reponen vida lentamente), pero tampoco hay que hacerle ascos a los que nos ofrecen ventajas temporales en combate, como aumentar significativamente la defensa
- Por último, si se nos atasca algún jefe no estaría de más intentar desbloquear todas las habilidades (una de las últimas nos cura tras cada golpe mortal) aunque eso signifique estar farmeando durante un puñazo de horas
Si seguimos estos consejos, Sekiro: Shadows Die Twice no parecerá imposible.
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