Aunque parece el típico juego de conseguir recursos, la profundidad de Dyson Sphere Program ofrece un montón de posibilidades que el juego no te explica. Para echaros un cable, aquí van 21 trucos y consejos para Dyson Sphere Program tras más de 60 horas jugando.
Busca una buena zona con materiales
En la llegada a tu nuevo planeta no te lances a recopilar recursos nada más aterrizar. En primer lugar deberías buscar una zona que tenga una buena colección de materiales relativamente cerca. Hierro, piedra y cobre son los principales, pero intenta asentarse en un sitio en el que también tengas cerca petróleo y carbón.
Paciencia al principio
Es fácil perderse entre todas las opciones que ofrece el juego y verte agobiado con infinidad de recursos, tecnologías, mejoras y opciones. Paciencia. Ten en cuenta que las primeras partidas son una suerte de tutorial en el que ir haciéndote con el control de la situación, pero lo bueno vendrá después.
No descartes la posibilidad de empezar de 0
Aunque lo ideal es iniciar una nueva partida cuando ya tengas lo básico controlado, no descartes crear una zona de almacenaje y luego destrozar todo lo que tienes para intentar reconstruirlo después de forma más eficiente. Además de reestructurar toda tu fabricación te ayudará a saber qué materiales y edificios tienes a tu disposición de entre todo lo que has ido creando.
Intenta reducir al máximo los procesos
A la hora de trabajar con los materiales la mejor opción es ser lo más eficiente posible, y eso implica no recurrir a inmensas cadenas de producción que se conviertan en kilómetros de cintas. Una mina con una cinta que lleva a un almacén cercano desde el que crear otros procesos puede ser una buena opción.
El almacenaje puede ser de gran ayuda
Siguiendo con el consejo anterior, la posibilidad de sacar los materiales básicos de ese almacén y llevarlos a sus cadenas de producción mediante brazos automatizados es de lo más útil. De esta forma podrás tener un par de minas llevando materiales hasta allí y luego repartirlos según lo necesite cada fábrica.
Divide y vencerás con los automatismos
Seguimos trabajando en los automatismos de fabricación y, para evitar que los materiales se acumulen sin sacarles provecho, lo mejor es tener una línea de fabricación para cada variante de material. A su vez, esos productos creados del material base deberían tener también su propio almacén.
Maximiza el uso de recursos
Si un producto se puede transformar después en otro adicional, simplemente tendrás que sacar un brazo de tus almacenes para llevarlo a su nuevo objetivo. Personalmente me ha funcionado mejor crear procesos nuevos para cada variante de material. De esa forma no agotas recursos secundarios que luego podrías necesitar.
No descartes crear procesos de edificios
Si separas tus materiales en varios procesos, llegará un punto en el que algunos de ellos dejarán de producir porque el almacén está hasta los topes. Cuando eso ocurra, plantéate separar los materiales generados para dar forma a construcciones básicas que podrías necesitar a posteriori.
Las de cintas de transporte, torres de energía y brazos que recojan materiales son los que más usarás, así que mejor tener un almacén que se vaya llenando de ellos que tener que recurrir a crear tú esos edificios de forma mucho más lenta e ineficaz.
Las cintas con selectores son tu mejor amigo
Una buena forma de organizar tus recursos cuando tienes poco espacio es recurrir a una cinta madre que recoja todo y luego utilizar los brazos selectores para ir separándolos a nuevas cintas. Necesitarás varios brazos rápidos con selector de material para que funcione correctamente, pero agradecerás la idea en procesos como el del hidrógeno.
No te agobies con la energía del Mecha
Una vez tengas tus automatismos iniciales controlados deberías empezar a trabajar en torres de energía con carga inalámbrica. En cualquier caso, paciencia hasta que tengas esa opción controlada. Hasta entonces procura tener siempre a mano madera o carbón que puedas colocar en tu robot. Si empiezas a ir lento porque estás sin batería te vas a arrepentir de no haberte acordado de esto.
Atento a la energía
Siguiendo con la idea de la energía, atento a qué necesita tu red eléctrica. Si bien las plataformas eólicas son de lo más útiles, pronto deberías crear un puñado de centrales térmicas a las que ir metiendo carbón o derivados para mantener tu energía controlada.
Coloca edificios uno encima de otro
La mejor forma de aprovechar el espacio de tu planeta es recurrir a edificios que puedan apilarse uno encima de otro. Los de cubos de matriz, por ejemplo, funcionan con una única entrada que va abasteciendo a todos los edificios que quedan por arriba (eso sí, asegúrate de tener los materiales necesarios para no frenar esas fábricas).
Ojo a la necesidad de cada producción
Siguiendo con la idea anterior, permanece atento a los materiales que necesita cada proceso de fabricación. A menudo encontrarás creaciones que necesitan más cantidad de un material que de otro, así que es fácil que una cadena de producción se quede corta mientras otra va sobrada.
¿Acumulación de materiales en una cinta? Algo estás haciendo mal
La mejor forma de revisar tus procesos de producción es comprobar si hay alguna cinta parada llena de materiales. Eso significa que o la cadena de producción no da para más y ha llegado el momento de diversificar sus procesos, o bien que la fábrica objetivo se está quedando sin materiales adicionales y no funciona todo lo bien que debería.
Ten a mano distintos almacenes con materiales
Es bastante pesado tener que ir de aquí para allá buscando materiales necesarios para alguna construcción. Una buena forma de evitarlo es tener almacenes con materiales y edificios ya creados cerca de cada zona neurálgica de tu planeta. De esa forma puedes tener cintas que vayan dando la vuelta al planeta para rellenar esos almacenes y no tener que estar paseando en busca de una plancha de hierro.
Si no sabes cómo continuar, pon tu mecha a evolucionar
Habrá ciertos momentos en los que no sabrás cómo puedes continuar o qué paso es el más adecuado. Cuando eso ocurra, pon tus centros de investigación a trabajar en mejoras para el robot mientras intentas descubrir qué paso dar a continuación.
Aprovecha el modo God para construir
Una de esas cosas que el juego no te explica es que dispones de un modo Dios para construir sin tener que preocuparte de la posición de tu robot. Puedes activarlo desde el menú de ajustes y seguir controlando la posición del mecha indicándole dónde moverse con Mayúscula y clic derecho.
Aprende las combinaciones de botones
La mejor forma de agilizar tus procesos a la hora de moverte y construir es hacer uso de los atajos de teclado. Échales un vistazo desde el menú de opciones para saber cómo acceder a la energía del robot (C), construir (F), o destruir elementos (X). Recurrir a colocaciones que no tengan en cuenta la cuadrícula del mapa o mover elementos de un sitio a otro de un plumazo es de lo más útil.
Si viajas, hazlo con los bolsillos cargados
Parece lógico pensar que, antes de viajar a otro planeta, deberías ir con los bolsillos vacíos para poder llenar tu inventario de nuevos materiales que puedas traer de vuelta. Error. Mucho mejor ir con lo básico para crear un puñado de edificios y cadenas de producción allí mismo. Lo agradecerás cuando tengas que volver una segunda vez.
Ojo a la energía antes de viajar
Mucho ojo a los recursos energéticos que tienes en el inventario antes de emprender el vuelo. Los viajes largos pueden dejarte seco y, si no tienes energía suficiente para moverte hasta tu objetivo, lo único que te quedará es perderte por la galaxia o recargar la partida.
Aceleración al inicio, paciencia justo después
Cuando viajes, dedica los primeros segundos a dejar una velocidad de crucero adecuada para dirigirte al siguiente planeta y luego no vuelvas a tocar el mecha. Deja que se vaya recargando para poder maniobrar y aterrizar sin problemas. No sería la primera vez que, por querer ir demasiado rápido, me quedo sin energía y me paso un planeta de largo.
Ver 2 comentarios