Los Gólems de la Forja o gigantes de fuego de Elden Ring: Shadow of the Erdtree son los primeros grandes enemigos o jefes secundarios que todos vemos durante nuestra primera incursión en las Tierras Sombrías. Son enormes y muy lentos, pero tienen un repertorio de ataques que cubre todas las distancias.
Derrotarlos puede ser una tortura debido a su gran resistencia y a que tienen un ataque de agarre que no suele perdonar: que te pille es muerte asegurada. La forma más intuitiva de combatirlos es a lomos de Torrentera, asestando golpes a las piernas y esquivando sus ataques... al menos si jugáis a melé. Los magos y otras builds basadas en ataques a distancia deben apuntar a la cara central.
Más allá de recomendar cosas evidentes como subir la resistencia al fuego y utilizar vuestra mejor arma, los Gólems de la Forja posee una debilidad especial que nos permite derrotarlos con relativa facilidad. El tweet de Elden Ring Alerts muestra la clave para conocer la debilidad de estos enemigos: tarros explosivos en la cabeza, aunque suene contradictorio porque su elemento es el fuego.
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La nota está escrita por el encargado de los hornos y advierte sobre el uso de los mismos: es importante mantener los tarros de fuego alejados de los Gólems de la Forja. Y esta es la clave para derrotarlos con relativa facilidad: buscar una zona alta y tirar estos tarros dentro o en los alrededores de la zona superior. O aprovechar cuando cae después de golpear las piernas. Existen amuletos para potenciar el daño de estos explosivos y conseguir el resultado que podéis ver en el vídeo del tweet.
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