Ayer se lanzó 'Kingdom Come: Deliverance' después de varios años de desarrollo en los que ha sufrido más de un retraso (en un principio iba a salir en 2015). Este RPG en tercera persona desarrollado por el estudio checo Warhorse Studios y editado por Deep Silver viene cargado no sólo de fidelidad histórica, sino también de realismo en sus mecánicas.
Es un juego muy vasto, cargado de detalles que pasan fácilmente inadvertidos, pero que pueden suponer una ventaja considerable en cuanto conseguimos aprender a utilizarlos. 'Kingdom Come: Deliverance' es un título que no destaca por ofrecer la información de una forma demasiado clara, así que con estos consejos pretendemos daros una primera ayuda para entrar al extenso mundo de Bohemia (y no morir a la primera de cambio).
Consejos básicos
Todo lo que necesitas (armas, armadura, caballo...) te lo darán durante las primeras misiones de la historia principal. No gastes dinero en esos objetos durante las primeras horas de juego, es mejor reservarlo para cuando necesites comprar un equipo mejor (y más caro).
Aunque el juego no lo deje muy claro, cada vez que subes de nivel general puedes escoger habilidades muy útiles que te darán ventajas, pero también inconvenientes. Lee bien antes de decidirte por una nueva habilidad.
Cada atributo tiene su propio nivel y a medida que te hagas mejor en alguno de ellos podrás desbloquear habilidades propias, como cargar más peso o tener más persuasión durante los regateos.
Utiliza el caballo como mula de carga; tiene su propio inventario y podrá llevar todo el equipo que no necesites pero que quieras guardar para vender a posteriori.
Lleva siempre una antorcha en tu inventario.
Utiliza los tutoriales del códice para descubrir los entresijos de las mecánicas. Ahí viene todo muy bien explicado y contiene detalles que se suelen pasar por alto.
Cómo dominar el combate
Aunque durante la historia principal te enseñen a combatir sin escudo (y, realmente, se puedan conseguir buenos bloqueos sólo con la espada) no descartes utilizar uno al menos durante las primeras horas de juego. Podrás bloquear con mucha más facilidad y perderás menos vida.
Si eres tu quien va a iniciar el combate, empieza siempre disparando una flecha. O dos, si te da tiempo antes de tener encima al enemigo.
Sigue el flujo del combate, es lo más eficaz. Si cambias de trayectoria bruscamente puedes perder rapidez y dejarle al contrincante espacio para que te ataque.
No infravalores el daño de la punzada: es el ataque más rápido y, aunque quite menos vida que el ataque potente, es más sencillo de hacer que impacte contra el enemigo. Encadenar varios ataques rápidos y acabar con uno fuerte es una de las mejores opciones.
La finta es tremendamente útil. Consiste en cambiar la trayectoria y volver a la original rápidamente antes de atacar, así confundes al rival y le dejas desprotegido frente a tu ataque.
Revisa los atributos constantemente
Es fácil pasar por alto los atributos de los objetos y del personaje en 'Kingdom Come: Deliverance', pero a medida que aprendes a orientarte entre los numeritos del juego, sabes cómo puedes aprovecharlo a tu favor.
Por ejemplo, cuando vayas a realizar una misión de sigilo puedes ser más silencioso si reduces el ruido que haces. ¿Cómo lo sabes? Entrando en el menú y revisando el número de 'Ruido' que tienes. Cada objeto tiene un valor de ruido determinado, si te lo desequipas te vuelves más sigiloso.
A la hora de hacer uso del sigilo también tienes que tener en cuenta cosas tan nimias como el brillo de la armadura que lleves, si tu atuendo tiene colores chillones o incluso tu olor corporal, porque todas estas cosas te vuelven más fácilmente detectables.
Los pequeños detalle son clave a la hora de interactuar con los NPC: revisa los atributos de tu personaje para saber si la prenda que te has puesto te da más carisma o menos, o si te afecta en la notoriedad.
También puedes aprovechar los atributos de las armas para afrontar un estilo u otro de combate. Si te gusta más el combate rápido hay espada que hacen más daño de estocada, mientras que otras son más fuertes en tajo o impacto.
Guardar la partida y no morir en el intento
'Kingdom Come: Deliverance' tiene un sistema de guardado un tanto peculiar. Si quieres guardar manualmente tendrás que gastar botellas de schnapps, así que si ves alguna no dudes en cogerla porque serán muy útiles.
Muchos enemigos tienen botellas de schnapps en su inventario. Rebusca bien cuando mates a alguno.
Los comerciantes también pueden vender schanpps, pero seguramente lo harán a un precio bastante elevado. Recuerda que puedes regatearles el precio o aprovechar tu reputación en la ciudad... Aunque también tienes la opción de robarlo.
Si no tienes schnapps ni puedes conseguir uno pero necesitas guardar, lo más fácil es buscar una cama y dormir aunque sólo sea una hora. Puedes pagar dos Groschen por una noche en una cama de una posada o buscar algún camastro en un campamento si estás lejos de una ciudad.
Ganar dinero fácil y rápido
Una de las formas más fáciles de ganar dinero es cazando. Si tienes un arco y unas flechas, lánzate al bosque a buscar jabalíes y ciervos, cuya carne podrás intercambiar por un buen saco de Groschen en cualquier carnicero de Bohemia.
Debes tener cuidado con la caza, eso sí, ya que mientras no tengas permiso estarás ejerciéndola furtivamente. Esto es delito y si algun guardabosque te pilla con piezas de caza podría multarte o meterte en la cárcel (aunque también puedes "convencerle" de que no lo haga).
Cuando caces asegúrate de tener espacio suficiente en el inventario o en el de tu caballo, porque cuando despellejes a un gran animal (jabalí o venado) conseguirás centenares de piezas de carne de gran peso cada una.
A la hora de vender carne cazada furtivamente es posible que el mercader se muestre reacio por ser un producto ilegal e intentará comprártela a un precio más baja. No se la vendas: evita que te reduzca el precio cocinando la carne previamente, así no sabrá que es ilegal y te la comprará por su valor real.
Otra forma de conseguir dinero de forma fácil y rápida es vendiendo los objetos que recuperes de tus enemigos caídos. Aquí también tienes que tener cuidado con los comerciantes, que pueden rechazar una venta al ver que son productos manchados de sangre o robados a un muerto.
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