DOOM es una de las franquicias más icónicas de los videojuegos. No por nada, suyo es el mérito de haber popularizado (aunque no necesariamente inventado) el shooter en primera persona. Tiene ya la friolera de dos décadas y media, y a lo largo de ese tiempo ha pasado por varias generaciones.
Sin embargo, su esencia se ha mantenido más o menos intacta. Incluso en DOOM 3, el más raro de todos, aniquilábamos a los mismos tipos de demonios. Por eso es interesante ver cómo han cambiado a lo largo de todos estos años, y este vídeo de ElAnalistadeBits nos lo muestra. Desde el primero hasta DOOM Eternal.
Como veis, la evolución ha sido más que obvia. No solo de los monstruos, sino también del DOOM Slayer incluso. Algunos enemigos solo hicieron acto de presencia en una entrega, como el Elemental del Dolor, único de la segunda parte hasta que han decidido incluirlo también en Eternal.
Otros, como el Barón del Infierno, se saltaron DOOM 3. Sorprende aun así que de la entrega de 2016 a la de este año también haya una diferencia notable en cuanto al diseño de los enemigos. Otra curiosidad que me ha llamado particularmente la atención es que el Caballero del Infierno ahora tiene ojos por primera vez desde DOOM 2. Ya era hora.
Siempre es un gustazo ver cómo han ido evolucionado los diseños con el paso del tiempo y los avances tecnológicos. Se las apañan como nadie para conservar esa amalgama de horror carnoso mezclado con cachivaches futuristas que tanto caracteriza a la saga de id Software. Su última entrega se ha estrenado por todo lo alto, con más de 100.000 jugadores simultáneos en Steam.
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