Imagino que no seré el único que ya estaba algo desencantado de la saga 'Call of Duty'. Lo hemos dicho muchas veces, la repetición de propuestas acaba cansando y es inevitable que un juego que año tras año llega al mercado con ideas más o menos similares acabe por minar tus expectativas respecto al próximo.
Tampoco sería justo negarle ese intento de revitalizarse a 'Call of Duty: Advanced Warfare', pero de la misma forma que en el pasado implorábamos la llegada de una nueva entrega de Infinity Ward frente a las demás, ahora es Treyarch la que ostenta ese título. Las sensaciones con la beta de 'Call of Duty: Black Ops 3' son las grandes culpables de que así sea.
Rompiendo una lanza por Call of Duty
Algo más del nivel 30 y un buen puñado de horas jugando solo y en compañía han sido suficientes para decir sí, que esta vez la cosa promete y que el número de días que se contabilizarán en el total de tiempo jugado van a volver a las cifras de antaño.
Es complicado hacerle ver a alguien que lleva dándole la espalda a la franquicia desde hace mucho el por qué, pero mis sensaciones, sumadas a las de amigos y compañeros del medio, me hacen ver que lo vivido con estos días de beta en PS4 no son simples ilusiones, que hay un esfuerzo por evolucionar y, pese a que la fórmula siga intacta en su base, 'Black Ops 3' hace todo lo posible por crear la experiencia más divertida y dinámica posible.
Lo hace con todo lo que otros considerarían errores, como mapas pequeños, partidas cortas y armas y poderes completamente desbalanceados los unos de los otros. Esos aspectos de un juego de otra época que, sin embargo, son los que consiguen darle la vida que necesita una propuesta así.
Hoy toca centrarnos en el multijugador, claro, pero lo hacemos sin olvidar que más allá de eso hay un modo zombis que promete robarnos casi la misma cantidad de horas, y que aunque corta y cada vez menos sorprendente, la campaña también nos mantendrá ocupados un par de tardes tanto en solitario como en cooperativo.
Volvemos a lo de siempre, a intentar comprender cómo las críticas pueden cebarse tanto con un juego que, pese a ser anual y costar 70 billetes, es una de las fuentes de horas más inagotable que llega el mercado año tras año. Con niños rata y camperos, sí, pero también con la posibilidad de lanzarles un cohete desde el cielo o reventarles la cabeza a un palmo de distancia con una escopeta.
Mis sensaciones con la beta de Black Ops 3
'Black Ops 2' fue el último 'Call of Duty' que jugué hasta la extenuación, un juego que aunaba la velocidad de los shooters clásicos con la necesidad de estar siempre atento a lo que te rodea. No es el online de un 'Quake' cualquiera, claro, pero sería de locos no reconocer que su espíritu es el que más se acerca a ese medio camino que separa el clásico de id Software de juegos que buscan ser más pausados como 'Battlefield'.
Las muertes rápidas que me hicieron abandonar 'Ghosts' y los aburridos paseos de aquí para allí de 'Advanced Warfare' quedan aquí emborronados por la posibilidad de darte la vuelta y devolver un golpe en mapas donde a escasos metros de distancia siempre está ocurriendo algo.
Puede que la inclusión de los especialistas, esos héroes de género MOBA con poderes intercambiables, sean los protagonistas más sonados, pero es la gracia de Treyarch al crear esos laberintos para rata que son los mapas de 'Black Ops 3' lo que consigue que te enganches al juego.
De otro éxito al que acabé enganchado, 'Titanfall', toman tanto la velocidad a la hora de moverte por el escenario como la posibilidad de que los más mancos puedan hacer de las suyas.
Copia, plagio y diversión en vez de un qué dirán
Los citados poderes, recargados con el paso del tiempo o acelerando su espera con nuestras acciones durante la partida, son la respuesta a los titanes que caían del cielo siguiendo el mismo planteamiento, así que incluso sin minions corriendo de un lado a otro como pollo sin cabeza, cualquier jugador puede tener la oportunidad en una partida de gozar de su propio momento épico.
No acaban ahí los guiños (o las copias, poco importa si la fórmula sirve para desconectar y pasar un buen rato) tomando algunos de los poderes de 'Destiny', como el pistolón capaz de matar de un tiro a cualquier distancia, para darle vida a los poderes de los especialistas.
La idea le sienta de maravilla a un planteamiento que no se ha tocado mucho más, manteniendo las clásicas rachas de bajas de las que huir despavorido o con las que sembrar el terror tras una partida que rompe los niveles de la epicidad. Se olvida del lEvolution de 'Battlefield' plasmado en 'Advanced Warfare' porque aquí estás a otra cosa, a intentar hacerlo lo mejor posible en solitario o con un compañero de armas cubriéndote la retaguardia.
Sin embargo, cuando le toca dar la cara con nuevas ideas se arriesga incluso a romper con un negocio como el de los camuflajes DLC, abriéndote las puertas a que las armas de toda una comunidad se vean inundadas de Pikachus y penes a partes iguales. A una saga a la que no paran de caerle palos en ese sentido, habría que reconocerle también los méritos cuando se salen de lo establecido.
Sé con toda la certeza que me ha permitido vislumbrar esta beta que, por encima de todo eso, jugaré a 'Call of Duty: Black Ops 3' como un enfermo porque lo que hace lo hace bien, o al menos como a mi me gusta. No debo ser el único cuando la saturación de servidores ha sido lo único que ha conseguido empañar un fin de semana de infarto. Que llegue ya para quemarlo lo antes posible y poder estar a punto para el ritmo de lanzamientos que se avecina. Hay mucho por jugar, y eso nunca debería de ser un problema. Ni siquiera con un 'Call of Duty'.
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