El E3 2014 está a la vuelta de la esquina y como ocurre cada año las expectativas se disparan. El año pasado se presentaron nuevas consolas y fue uno de los más seguidos de la historia así que este año toca confirmar las buenas sensaciones que están dejando tanto Xbox One como PS4.
Ayer Jarkendia daba un repaso a lo que podemos esperar de Sony durante este E3 y hoy vamos a realizar el mismo ejercicio pero con Microsoft. Tras un inicio titubeante que incluso ha acabado con una rebaja del precio de venta de la consola y le exclusión de Kinect como dispositivo de serie, ¿qué puede hacer la compañía de Redmond para darle un vuelco a la situación? ¿Qué podemos esperar de Microsoft en el E3 2014?
Una estrategia sólida
Estaréis de acuerdo conmigo en que los últimos meses de la división Xbox han sido moviditos. El año pasado no supieron explicar exactamente su postura respecto a los juegos de segunda mano y a la conexión de internet. O al menos no explicaron lo que la gente estaba deseando oír así que a día de hoy y tras haber cambiado su estrategia radicalmente todavía hay muchos usuarios que piensan que un juego de Xbox One no se puede dejar a otro usuarios.
Y es que aunque está muy bien que una compañía sepa rectificar a tiempo y amoldarse a lo que los usuarios piden, no es señal de que tengan una estrategia sólida a largo plazo. Lo mismo ha ocurrido con Kinect ya que de la noche a la mañana ha dejado de ser algo totalmente indispensable para la experiencia Xbox One y se ha convertido en accesorio. Otro cambio de rumbo y eso el usuario lo percibe.
Se acusó a la compañía de no tener buenas relaciones con los desarrolladores independientes y pareció que improvisaban un plan llamado ID@Xbox que a día de hoy sí que funciona y está empezando a dar sus primeros frutos. De nuevo falta de comunicación y falta de visión a largo plazo. Están haciendo un gran trabajo pero no parecen comunicarlo bien.
La llegada de Phil Spencer se antoja clave para enderezar la nave y, ahora sí, mantener un rumbo fijo hacia donde los jugadores quieren llegar. Lo de “centro multimedia” está muy bien, pero una estrategia sólida a largo plazo debe pasar por juegos, por grandes juegos y por un gran ecosistema de títulos. Y eso es lo que esperamos de Microsoft.
Nuevas funciones y servicios para la consola
Desde su lanzamiento Xbox One se ha ido actualizando constantemente. Mejorando bugs, añadiendo funcionalidades que los usuarios piden, aumentando en definitiva lo que la consola es capaz de hacer. Y queremos más, mucho más.
Ayer mismo se anunciaban 46 nuevas aplicaciones que acabaran llegando a la consola de Microsoft durante los próximos meses. Desde Antena 3 hasta el canal Vevo pasando por Filmbox Live o Gol TV. No están todas y queremos muchas más. Twitter, por ejemplo.
Y es que en el fondo Microsoft es una compañía experta en software así que no sería de extrañar un empujón en esa materia. Una optimización radical del sistema que permita que los desarrolladores accedan a potencia o memoria reservada, la función OneGuide expandida con más opciones… en definitiva, Xbox One puede dar mucho más de sí y una gran innovación a nivel de funcionalidades vía software es posible. ¿Alguien ha dicho un servicio de alquiler de videojuegos?
Juegos, juegos y más juegos
Volvemos a lo de siempre: queremos juegos. Grandes juegos que te empujen a comprar la consola y a pasártelo bien con ella. Será un buen momento para ver en profundidad a ese ‘Sunset Overdrive’ que tan buena pinta tiene o a ese ‘Quantum Break’ que nos intriga desde su primer vídeo.
Pero hará falta mucho más para convencernos. Necesitamos ver qué propiedades intelectuales maneja Microsoft para convertir a su consola en la envidia del evento. ¿Un nuevo ‘Gears of War’? ¿Un nuevo ‘Halo’? Sí, serían lanzamientos esperados pero estoy convencido de que la gente quiere cosas nuevas que huelan a “next-gen” y no a franquicia quemada hasta la saciedad juego tras juego.
Será importante analizar el papel de los Microsoft Studios y ver qué se traen entre manos. Así como no debemos perder de vista al programa ID@Xbox que seguro que también ocupa una buena parte de la presentación.
Una presentación que como ya dijo Phil Spencer se va a centrar en los juegos. Un buen cambio de rumbo respecto a la del año pasado en la que intentaron vendernos a Xbox One como el “hub” multimedia definitivo olvidando por el camino que lo que los jugadores quieren son eso, juegos.
No olvidemos a Xbox 360, una consola que muchos ya han enterrado pero que sigue recibiendo lanzamientos regularmente y que es capaz de ofrecer todavía muchísimas horas de diversión. Microsoft podría tener un broche dorado para ella, uno de esos lanzamientos inolvidables para cerrar una etapa dorada. ¿Quizá un nuevo ‘Forza Horizon’ para Xbox 360?
Una alternativa al Oculus VR o al Project Morpheus
Y llegamos al punto más complicado de todos: la realidad virtual. La apuesta extraña, el brindis al sol, de Microsoft esta nueva generación era su nuevo Kinect. Una nueva cámara que realmente abruma a prestaciones al Kinect original. Lo supera en absolutamente en todo.
Pero durante estos primeros meses de vida de la consola no ha encontrado su sitio. Tanto que han acabado eliminándolo del pack, escuchando a los jugadores, y reduciendo así el precio de venta al público. Por eso, por la experiencia que ya han tenido con Kinect… ¿podría Microsoft plantearse algo como Oculus Rift o Project Morpheus?
Algo tienen que hacer y no es la primera vez que suenan los rumores. Microsoft podría estar preparando sistemas de realidad aumentada en lugar de la realidad virtual que proponen Sony y Oculus VR. No sabemos mucho más aunque la intuición me lleva a pensar que, efectivamente, acabaran intentando meter la patita en el mundo de la realidad virtual.
Si se consagra y las 3D no pasan de moda, en Microsoft debería tener un plan y ahí es donde creo que Steve Balmer dejó todo atado y bien atado. No me extrañaría ver un híbrido entre Google Glass y Oculus Rift que acabase funcionando como una suerte de SmartGlass 2.0. Un periférico para expandir la vida jugable del título y acceder a misiones reservadas para él. O quizá manden a tomar viendo su estrategia de realidad aumentada y acaben lanzándose a construir un casco VR. En cualquier caso, ¿le sorprendería a alguien? A mi, desde luego, no.
¿Y una sorpresa?
Hasta este punto han sido cosas más o menos sensatas. Vale, si queréis lo de una alternativa al Project Morpheus raya la locura pero conociendo a Microsoft no sería descabellado que desvelaran su estrategia al respecto. Pero, ¿hay espacio para las sorpresas?
Microsoft tiene una línea enorme de productos que con Windows 8 y el futuro Windows 9 tendrán que converger en algún punto. Esa es, al menos, la idea a grandes rasgos. Los nuevos Surface acaban de salir al mercado, tenemos un nuevo DirectX más potente que nunca, la compra de Nokia hace unos meses…. ¿y si Microsoft presentase una consola portátil?
Quizá no en la tradición más clásica del concepto como podría ser PS Vita pero sí una plataforma de juegos que pudiesen ser enviados vía streaming a dispositivos móviles con Windows. De algún modo se acabarían convirtiendo en una consola portátil que comparte logros y perfil de usuario con tu cuenta de jugador en Xbox One.
Resumiendo, es la magia del E3 y la sufrimos cada año. Es como el camino cíclico del héroe, ese que estamos dispuestos a revivir todos los veranos. Se despierta con expectativas, mira al futuro con una sonrisa en la boca, mientras el futuro se convierte en presente no puede evitar pensar que ha sido mucho más aburrido de lo que pensaba y luego, una vez acabado y digiriendo como ha ido el día aflora el sentimiento de nostalgia por tiempos pasados.
Es la magia del E3, hacemos cábalas y cábalas sobre lo increíble que va a ser y luego nos llevamos la mayor de las decepciones. Este año vamos preparados para todo.
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