Con el reciente estreno de la nueva película de Dune lo más probable es que te haya entrado arena mono por rejugar alguno de los videojuegos clásicos de esta novela de ciencia-ficción de Frank Herbert. Desde sus orígenes en 1965 hemos visto su universo en múltiples medios, llegando a su explosión comercial a finales del siglo XX con su primera película oficial en 1984 y dos videojuegos en 1992.
De hecho, uno de esos juegos cuenta con el honor de ser el padre de los RTS. Ni más ni menos que el inolvidable Dune II: Battle for Arrakis de Westwood Studios, que asentaría las bases de los posteriores Command & Conquer del mismo estudio. La saga Dune repetiría con la estrategia en 1998 mediante Dune 2000, perfeccionando la fórmula del previo C&C: Red Alert de 1996, hasta que dio el salto a las tres dimensiones con Emperor: Battle for Dune, que sería a la postre su último videojuego oficial junto con la fallida aventura Frank Herbert's Dune de 2001. Pero, ¿se puede jugar alguno en la actualidad? ¿Son todos abandonware?
Dune II: Battle for Arrakis, el precursor de los RTS
Por desgracia, sí. Son todos abandonware. No hay ningún servicio en la actualidad que ofrezca a la venta ninguno de los videojuegos de Dune. Ni siquiera GOG, pese a la insistencia de la gente desde sus foros. Hay que recurrir al Archivo de Internet para rescatar el mítico Dune II: Battle for Arrakis en su versión para MS-DOS.
El tiempo no pasa en balde, sobre todo para el grato recuerdo que podrías tener para este clásico. Y es que ser pionero en algo provoca que puedas acabar envejeciendo mal al ver cómo otros productos mejoran tu fórmula. Hoy en día resulta muy lento, a todos los niveles, a la par que poco práctico por culpa de una interfaz con bastantes limitaciones. Pero hay que ponerse en situación, que hablamos del año 92 y los juegos de estrategia en tiempo real de esta guisa (con base a construir y con múltiples unidades a controlar) estaban en pañales.
Otros conceptos, como la recolección de recursos o la niebla de guerra, también estuvieron presentes, teniendo por lo demás un RTS donde había que escoger entre las casas de Atreides, Ordos y Harkonnen. Sus diferencias eran mucho menos significativas que en el posterior Command & Conquer, con esa eterna lucha entre GDI y NOD, pero lo suficientes como para asentarse más a nuestro estilo, como el poderoso Devastator de Harkonnen o el Saboteador de Ordos.
Visto en perspectiva, Dune II: Battle for Arrakis (también conocido en EEUU como Dune II: The Building of a Dinasty en sus inicios) puede presumir de ser pionero y prácticamente el único videojuego (con permiso del futurista Tiberian Sun) que se preocupó por la forma en la que construíamos la base, en el sentido de ofrecer protección al poner pavimento sobre el suelo para que las construcciones fuesen más estables. Además, había un peligro constante por los gusanos gigantes...
Por suerte, había zonas a las que no podían acceder, pero las cosechadoras eran sin duda el blanco fácil y había que vigilarlas bien, que si perdíamos la batalla contra la economía era una cuenta atrás hasta la posterior e inevitable derrota.
Hace casi una década hubo una web (play-dune) que nos permitía jugar desde el navegador. Una web que incluso se enlazaba desde la popular Minijuegos, donde aún figura su ficha (pero con el dominio caído de play-dune). De ahí que la única opción para jugar en la actualidad sea la expuesta de Internet Archive, donde se tira directamente desde la aplicación DosBox (emulador de MS-DOS) para su uso.
Jugar | Dune 2 en Internet Archive
Dune 2000, el que mejoró su fórmula a lo grande
Si Dune II: Battle for Arrakis fue el pionero, tanto la saga Command & Conquer como WarCraft fueron los que cogieron la batuta y la perfeccionaron, con un tercero en discordia (Age of Empires) que se sumó a la fiesta para ser otro referente. Es por ello que Intelligent Games (no, no estuvo Westwood Studios detrás) lo tuvo fácil a la hora de retomar la saga Dune más de un lustro después mediante Dune 2000, donde se rehizo y reinterpretó el gran clásico de 1992.
Como si Red Alert se transformase en Dune, grosso modo. Aunque esto, lejos de ser un sueño cumplido, le impidió disponer de la misma calidad que el resto de obras de Westwood Studios al ser bastante respetuoso con las limitadas unidades del original, lo que seguía reportando escasas variedades entre cada casa. Y sí, el Deviator de los Ordos provocaba un auténtico caos con su gran "WOLOLO" tóxico.
Su interfaz de renovó y se dejaba jugar mucho mejor que el original, como es lógico, pero le faltó la brillantez que sí tuvo la saga del tiberio, especialmente en cuanto a ritmo de las partidas se refiere, a lo puñeteros que eran los gusanos (no taban tregua, jamás) y a la penalización de no pavimentar el suelo, aparte de las restricciones a la hora de construir, que seguía sin poder realizarse en arena.
Pese a todo, en lo personal lo disfruté, en parte por lo mucho que me gustó la obra de 1992 y lo que supuso estar ante un remake de todo un icono del género. Y si te apetece rejugarlo o descubrirlo, nada mejor que hacerlo desde OpenRA, un proyecto gratuito que lleva más de una década haciendo las delicias de los fans de Westwood Studios al rescatar no solamente los clásicos Command & Conquer y Red Alert, sino igualmente este Dune 2000. Simplemente lo descargas y a jugar. Y si aún conservas tus discos, podrás reinstalar las campañas y sus canciones; de lo contrario tendrás que conformarte con escaramuzas y partidas multijugador.
Descargar | OpenRA (con Dune 2000 + Command & Conquer + Red Alert)
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