Al igual que hay disciplinas deportivas en los cuales una nación domina por completo, como pueden ser los keniatas en las largas distancias, en los esports pasa igual con ciertos juegos. Starcraft es quizás el más representativo. Desde que estrenara el primer título de esta saga de RTS, los surcoreanos han dominado su palmarés. ¿Quién nos iba a decir que tras 20 años de dominio, un finlandés como Joona "Serral" Sotala les iba a arrebatar el trono?
Aunque Starcraft sea un esport con cierta relevancia en todo el planeta, en Corea del Sur es donde ha alcanzado otra dimensión. No en vano, ha sido en esa saga donde más se ha empleado el título de Bonjwa, o dominador de una era en un videojuego. Tras su victoria en BlizzCon, Serral se ha convertido en el primer campeón mundial de Starcraft que no es surcoreano.
Si tomamos como torneos mundiales los del World Cyber Games primero y ahora los de WCS, lo más cerca que ha estado un jugador de fuera de Corea del Sur de alzarse con el título han sido varios subcampeonatos. Sus victorias de este año en las paradas premier de la WCS de Austin, Valencia, Montreal, Leipzig y en el GSL vs the World ya avisaban de lo fuerte que llegaba al Campeonato Mundial este Zerg finlandés.
El broche de oro para un año increíble
Tras una fase de grupos donde únicamente sobrevivieron dos occidentales como son el mexicano Juan Carlos "SpeCial" Tena y el propio Serral. Mientras SpeCial cayó en primera ronda de las eliminatorias frente a Stats, quien sería a la postre el rival de Serral en la final, el finlandés tuvo que vencer a Dark en cuartos y al que era hasta ayer campeón del mundo y vigente vencedor en la Intel Extreme Masters de Katowice, Rogue.
Serral imprimió un ritmo rápido a la final con tres victorias en los tres primeros mapas: Blueshift, Cerulean Fall y Dreamcatcher. El cuarto y definitivo punto se hizo esperar, ya que Stats se llevó la victoria en Acid Plant y en Fracture. Con la posibilidad de forzar un desempate histórico, el sexto mapa de la final fue mucho más largo que los demás.
Los casi 30 minutos de encuentro fueron un recital de paciencia por parte del finlandés durante los cuales se centró en crear un ejército de Señores de la Prole y Corruptores frente a los cuales no pudieron hacer nada los protoss del coreano. Un cierre inmejorable para un año histórico por parte de Serral y un posible cambio de paradigma en la escena de Starcraft.