El modo Blackout de Call of Duty: Black Ops 4 es la apuesta de Activision por el battle royale. Con esta modalidad el jugador tiene la posibilidad de enfrentarse contra 88 jugadores, 84 si formamos un equipo de 4, en un mapa enorme compuesto por algunos de los escenarios icónicos de la saga. Blackout aúna en un solo juego la tradicional jugabilidad de Call of Duty con los vehículos y el sistema de juegos como Fortnite o PlayerUnknown’s Battlegrounds, aunque sin llegar a la exigencia de este último. No obstante, el camino hasta aquí ha sido largo.
La influencia del battle royale es tal que ha conseguido lo que durante años no logró Battlefield. La saga desarrollada por DICE ya contaba con varios de los elementos del género de moda, tal vez los mapas no eran tan grandes, pero los vehículos eran a menudo pieza fundamental de las partidas. Call of Duty no rompió con su esquema de jugabilidad y mapas pequeños en ningún momento, hasta ahora.
Una saga incontestable
El dominio inexpugnable de Call of Duty se prolongó durante toda la generación de Playstation 3 y Xbox 360. Call of Duty 4: Modern Warfare asentó las bases sobre las que la saga cimentaría un imperio que ha vendido cientos de millones de copias. A pesar de las críticas, a pesar de que la saga adolecía de una alarmante falta de imaginación, Call of Duty siempre estuvo copando las listas de los más vendidos, incluso Call of Duty: Ghosts, quizás el más criticado de todos ellos.
La llegada de Playerunkown’s Battlegrounds (PUBG) lo cambió todo, el juego de Bluehole no inventó el génerp battle royale, pero lo popularizó hasta cotas inimaginables. En pocos meses, PUBG rompió todos los récords de jugadores concurrentes en Steam, sus ventas se contaban por millones y los ingresos no paraban de subir.
Por supuesto, esto llamó la atención de las empresas más importantes del sector. El paso lógico de Fortnite no tardó en ocurrir y lo hizo demostrando quién estaba detrás del desarrollo. A PUBG se le notó muy pronto que el equipo encargado del juego era uno poco acostumbrado a los grandes éxitos. Por otro lado, Epic Games apareció como el gigante multimillonario que era para arrasar con todos y con todo.
La desarrolladora llevó a cabo una lección magistral de cómo se debe hacer marketing de un juego: promocionó a varios creadores de contenido para que subieran partidas de su producto y comenzó a gastar mucho dinero en publicidad, anuncios en páginas web, en Youtube, por todos lados. Además, Fortnite contaba con una ventaja que su competidor directo, PUBG, no tenía: era total y absolutamente gratuito.
Ya en octubre de 2018 la tendencia cambiante hacia el battle royale, en mayor o menor medida, es absoluta. Después de la presentación de Activision y DICE -otrora las grandes dominadores del sector de disparos en los videojuegos-, el futuro de Call of Duty y Battlefield se encamina ineludiblemente hacia el género de moda.
Sus credenciales
Call of Duty: Black Ops 4 recoge con Blackout toda la esencia de la saga y lo adapta al género del battle royale sin perder en ningún momento su personalidad. Siguen estando las cosas típicas de los Call of Duty: armas con poco retroceso, ventajas y una jugabilidad accesible. En el otro lado se encuentran los elementos que hasta la fecha se han vuelto indispensables en el género: muchos jugadores a la vez, un mapa enorme, una amenazante zona menguante potencialmente mortal, vehículos y un suelo repleto de armas y complementos.
La ventaja de Blackout sobre muchos de sus competidores es lo que siempre le granjeó el favor de un gran porcentaje de la comunidad: su accesibilidad. Al igual que Fortnite, Call of Duty se encuentra a medio camino entre la simulación y el arcade, si bien el juego de Epic apuesta claramente por lo segundo -solo hace falta echar un vistazo a la estética y al comportamiento de las armas-, Call of Duty mantiene las cotas de simulación y arcade bien equilibradas.
Las mecánicas de Fortnite a día de hoy han evolucionado mucho, cuando comenzó el juego muchas de las peleas se solucionaban a menudo entre saltos y disparos perdidos, actualmente la construcción se ha convertido en algo esencial para poder alcanzar la Victoria Magistral. Sin embargo, PUBG puso la barrera de entrada muy arriba desde el principio y es algo que pudo echar para atrás a los jugadores que buscaban una experiencia más accesible. El modo Blackout de Call of Duty: Black Ops 4 se encuentra en el punto intermedio entre Fortnite y PUBG, y puede que termine enganchando a jugadores de ambos juegos.
En Blackout, el usuario puede curarse mientras se mueve hacia su objetivo, puede cargar enormes cantidades de munición -al igual que en Fortnite- y puede armarse con unos escudos que le hacen increiblemente resistente a los disparos enemigos. El control de las armas tiene su complicación, pero el retroceso resulta mucho más controlable que en PUBG.
Activision ha querido con este modo aprovechar algo clásico de Call of Duty para potenciar la sensación del jugador de ser algo más que un soldado, eres una máquina de matar. Las ventajas, que llevan en el multijugador de la saga desde hace más de una década se encuentran ahora por el suelo, en el mismo lugar donde puedes encontrar armas o munición. Ya no es algo que pertenezca al personaje de manera inherente, es un añadido que el jugador puede escoger de manera estratégica cuándo quiere utilizar para sacar provecho de su situación.
Desde inolvidables ventajas, como "pulmones de hierro" o "silencio mortal", hasta nuevas incorporaciones indispensables como "consumidor" -que hacen que el usuario pueda curarse, revivir a sus compañeros o utilizar otros consumibles mucho más rápido- se mezclan para convertir al juego en algo clásico e innovador a la vez, con un pie en lo que lo hizo grande y otro en el mayor fenómeno que ha visto la industria desde la llegada de, precisamente, Call of Duty 4: Modern Warfare.
Fortnite ha hecho especial hincapié en la accesibilidad de su producto y apenas pone inconvenientes para probarlo, solo el tiempo que quiera dedicarle cada uno hasta decidir si quiere seguir jugando o no. La realidad es que el juego de Epic Games sigue teniendo una ventaja que lo distancia de la gran mayoría de juegos, poder ser probado de manera gratuita sumado a una base establecida y fiel de jugadores lo convierten en un producto imparable.
Es difícil discernir hasta qué punto Blackout podrá competir frente a frente contra Fortnite, sin embargo, cuenta con la experiencia y el dinero de Activision: dos armas de gran calibre, y una legión de seguidores que durante una década han convertido a Call of Duty en la franquicia más vendida año tras año. Por el momento, Forbes afirma que Black Ops 4 lleva más de 500 millones en ingresos, aunque sigue por debajo de las cifras de Call of Duty: Black Ops 2.
Las cifras que ofrece TwitchTracker, que compara el seguimiento de los canales de la plataforma, tampoco son muy alagüeñoas. A pesar de que el arranque de Call of Duty: Black Ops 4 ha sido prometedor, se ha quedado muy lejos de desbancar a Fortnite, todavía más teniendo en cuenta que en el juego de Activision se suman las tres modalidades: Multijugador, Zombies y Blackout. Todavía queda mucho recorrido y falta ver qué planes tiene la desarrolladora de Call of Duty para el futuro, en unos meses veremos si todo esto ha sido suficiente.
Imagen vía Activision