Parece que la travesía por el desierto del 'League of Legends' ha llegado a su fin. Tras una temporada regular con unas audiencias medias por encima de lo visto durante el pasado año, las finales de la LCS confirman que tras ocho años en la cumbre de los deportes electrónicos, el LoL tiene cuerda para rato.
El pasado año 2017 ha sido uno de los más analizados (quizás sobreanalizado) en cuanto a número de espectadores de las competiciones occidentales de League of Legends. Tras muchas críticas, Riot se repensó el formato de liga al mejor de tres y volvió a los orígenes con encuentros a un único mapa y jornadas reducidas.
Europa sale reforzada esta temporada
Las voces más críticas hablaban de debilidad por parte de los creadores del League of Legends, ya que el mejor de tres fue implementado bajo el pretexto de ser el mejor formato para desarrollar el nivel de los equipos y recular tras un año, era una recogida de cable importante. Las razones esgrimidas ponían al aficionado en el centro del debate, ya que sin su presencia, de nada sirve que los equipos tengan mejor macroestrategia.
Según datos de EsportsCharts, tanto en espectadores de media como en concurrentes superan los splits de primavera de 2018 a los dos de 2017, con la salvedad de la final de hace un año en la LCS NA entre Cloud9 y TSM. La causa de esto puede ser de la ausencia de Team SoloMid, posiblemente el equipo con más seguidores de todo el globo, en las finales de ayer en Norteamérica.
Donde es particularmente interesante esta situación es en Europa. Con una implantación tardía de las franquicias respecto a NA y el consecuente éxodo de talento hacia América, las perspectivas no podrían haber sido peores para la máxima competición del viejo continente. Sin embargo, los cerca de 600.000 espectadores concurrentes en momentos concretos de la final, son números que hacía mucho que no se daban en Europa.
Es cierto que se puede realizar el discurso inverso a NA. Nunca hasta la fecha se había dado una final entre G2 Esports y Fnatic, los dos equipos de la LCS europea que más aficionados arrastran consigo. Esto y el descollante nivel de Martin "Rekkles" Larsson, han motivado un más que buen dato para una competición que siempre tendrá la sombra del cerca del millón de personas que se apuntaron para ver el último mapa entre Origen y Fnatic en 2015.
Lo que motivó tanto la entrada de las franquicias en la LCS como la vuelta al mejor de uno fue una búsqueda de estabilidad desde donde las competiciones de League of Legends puedan volver a crecer. Fenómenos como los Battle Royale PUBG y Fortnite se han elevado por encima de League of Legends en cuanto a espectadores se refiere durante el pasado año y la Overwatch League ha enseñado muchas cosas a Riot Games, pero está claro que esa posición de liderazgo que tanto tiempo ha ostentado League of Legends nunca fue una casualidad.
Foto de Lolesports.
