Desde que se anunció el Circuito Profesional de Dota 2 para la temporada 2018/2019 no hemos dejado de escuchar cosas como estas: “los jugadores se arruinarán”, “habrá mucho drama al final de temporada” o “el sistema no protege a los jugadores”. Y es que lo sucedido recientemente con TEAM TEAM ha personificado la naturaleza volátil de la actual escena de Dota 2.
La nueva regla de Valve para que los jugadores y equipos sean más flexibles con las listas parece que no está surtiendo el efecto deseado. Al no haber proceso de bloqueo de listas, junto con el hecho de que los puntos obtenidos en torneos del Circuito Profesional de Dota 2 (DPC) van al equipo y no a los jugadores está provocando mucho caos e inestabilidad en la escena profesional.
Valve no ha sido capaz de prever que este nuevo conjunto de reglas está tirando por tierra su propósito declarado, de ayudar a fomentar el crecimiento competitivo de Dota 2 en las diferentes regiones. La escena de Norteamérica está siendo de las más perjudicadas y actualmente se encuentra abocada al declive.
La sanción por expulsar a un jugador de la lista es una pérdida del 20% de todos los puntos obtenidos por el equipo en los torneos del DPC. Obviamente esto no ayuda a ningún equipo de menor nivel, aunque cuantos menos puntos gana un equipo, menor es la penalización y es aquí donde todo se vuelve complicado.
Esta temporada ha habido una gran cantidad de equipos que han sido fichados por una organización al conseguir buenos resultados en los torneos, como es el caso de Ferzee, ahora Gambit. Pero la mayoría se disolvieron tras los clasificatorios al no conseguir la plaza para el Major o Minor de turno.
Esto ha hecho que sea hasta complicado seguir todos los cambios de jugadores y equipos que están sucediendo en los últimos meses. Un buen ejemplo de ellos son equipos como Team Aster, Tigers, Winstrike, Flying Penguins o TEAM TEAM.
El problema de todo esto es que cuando la escena competitiva se vuelve tan volátil, dificulta las posibilidades de que nuevos talentos se conviertan en profesionales. Sigue habiendo mucha competitividad en el DPC y esa es la naturaleza o esencia del juego pero los equipos de nivel dos o tres apenas tienen oportunidad de clasificarse para los torneos y eso está provocando que se pierdan muchos buenos jugadores por el camino, e incluso que las organizaciones dejen de apostar por Dota 2.
Lo sucedido con Nico “Gunnar” Lopez y Jason “Newsham” Newsham es el claro ejemplo de que actualmente los jugadores son los más desprotegidos. Ambos, son jóvenes promesas de la región de Norteamérica y justamente cuando iban a tener la oportunidad de demostrar su habilidad en un evento de Valve, en el Major de MDL en Disneyland París al cual consiguieron clasificarse, fueron expulsados del equipo.
Algunos creen que situaciones como esta podrían evitarse mediante términos contractuales, pero es bastante poco probable que TEAM TEAM o cualquier otro equipo formado para jugar y probar suerte en los clasificatorios tenga algún tipo de contrato. En el caso de TEAM TEAM tampoco había ningún patrocinador involucrado, por lo que los jugadores tienen todas las inseguridades adjuntas, pero también toda la libertad.
Sin una normativa clara por parte de Valve que prohíba a los equipos hacer cambios de jugadores justo antes de ir al Major o Minor, al que se clasificaron con una alineación determinada, este tipo de cosas seguirán ocurriendo. No se puede esperar que los equipos u organizaciones tengan sentido común, lealtad o respeto cuando hay tanto en juego.
Y esto plantea las siguientes preguntas: ¿De qué sirve tener clasificatorios en lugar de invitaciones directas si la alineación que se clasifica para un Major no es la misma que la que realmente juega en el evento? ¿Hace falta una normativa aplicable en el Circuito Profesional de Dota 2 sobre los cambios de equipos y que proteja más a los jugadores?
Cada día veo más críticas a Valve por no apoyar a la escena tier3 y el futuro de un competitivo sostenible.
— RoD (@RoDrunordie) May 2, 2019
Se de lo que hablan, yo lo he sufrido, y no tiene pinta de mejorar la temporada que viene.
Cientos de jugadores en Europa se están echando a perder.