La comunidad está en pie de guerra. Una reciente iniciativa de los amantes de las inconclusas aventuras del físico Gordon Freeman, protagonista de la saga Half Life, ha hecho que las valoraciones recientes en Steam de Counter Strike: Global Offensive y, sobre todo, Dota 2, hayan caído en picado. Según estos fans, Valve habría abandonado una de las franquicias más influyentes del videojuego moderno por culpa del éxito de estos dos títulos multijugador.
Artifact, la gota que colmó el vaso
Este boicot a los dos títulos más populares en la actualidad de la empresa dirigida por Gabe Newell nace por la filtración del guión de Half Life: Episodio 3, juego que se lleva esperando por parte de los aficionados más de diez años y que cerraría una historia más que abierta con el final del anterior episodio.
Pero lo que realmente ha caldeado el ambiente ha sido el anuncio por parte de Valve de Artifact, un juego de cartas basado en Dota 2. The International, el campeonato del mundo del MOBA, fue el lugar escogido por la compañía para presentar a la sociedad su primer videojuego desde Dota 2, del que se han cumplido cinco años de su estreno hace un mes.