La leyenda de Tony Hawk es enorme en el mundo del skate y los videojuegos no han sido ajenos a ellos. La saga Pro Skater nos regaló juegazos como la copa de un pino a finales del siglo XX y principios del XXI. Un legado muy difícil de igualar, pero la franquicia que más se ha acercado a aquellos momentos de brillantez ha sido Skate.
Sí, la serie creada por Electronic Arts deslumbró con luz propia con su lanzamiento allá por el 2007 y desencadenó dos secuelas más. Si no habéis probado uno de los grandes herederos del referente del género, podéis hacerlo a través de Xbox Game Pass. Está disponible para jugar tanto en Xbox One como Xbox Series X/S, si bien es posible sacarle partido con Xbox Cloud Gaming siendo suscriptores Ultimate. De hecho, debéis serlo para poder acceder a EA Play.
Si os habéis decidido a realizar unos cuantos trucos en Skate, lo haréis en la ciudad ficticia de San Vanelona, la cual tiene un nombre que ya nos da pistas respecto a en qué urbes reales se basó EA Canadá. Concretamente San Francisco, Vancouver y la siempre querida Barcelona, así que es posible que reconozcáis alguna que otra esquina mientras os deslizáis haciendo un ollie.
En este paraíso del skate escucharéis una banda sonora de escándalo con artistazos y grupos del calibre de David Bowie, Nirvana, Mötorhead y The Sex Pistols. Podremos descubrir los diferentes distritos que esconde la ciudad utilizando el innovador sistema flick-it, el cual permite controlar al skater con ambos sticks. De esta forma podemos realizar con mayor precisión los movimientos y, si lo dominamos con maestría, el contador de puntos no parará de subir.
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