En el momento más álgido jamás vivido en la historia de los videojuegos de FIFA, Electronic Arts tiene la firme intención de desvincularse de la marca que más reconocimientos le ha otorgado. No se entiende el deporte rey en los videojuegos sin el FIFA de cada año, con millones de ejemplares vendidos anualmente y aplastando a cualquier competidor que surja por el camino.
Lo cierto es que no parecen haber motivos económicos para seguir adelante con una colaboración que cuenta con más de 25 años de historia. El dinero siempre es el argumento más importante en el futuro entre dos empresas, así que EA parece haberse ganado en el campo la oportunidad de levantar el vuelo por su cuenta. Por ello, vamos hacer un repaso de en qué punto de juego nos encontramos exactamente.
El pitido inicial
Octubre de 2021. En un comunicado que pretendía ensalzar las cifras cosechadas por FIFA 22, Electronic Arts decidió dar su primera versión oficial de cómo contempla el futuro de la saga. Fue una toma de contacto, en la que la compañía estadounidense únicamente se limitó a decir que "estamos revisando nuestro acuerdo de derechos de denominación con la FIFA".
La sorpresa saltaba de forma generalizada. ¿Qué puede llevar a terminar con un acuerdo tan fructífero por ambas partes? Lo cierto es que si bien el lucro es recíproco, EA considera que las cifras por las que cierran los acuerdos para usar la marca FIFA son desproporcionadas. Entiende la empresa que no compensa seguir pagando por unos beneficios que ya no se ven tan rentabilizados.
Y es que FIFA exige una cantidad superior a los mil millones de dólares cada cuatro años para poder utilizar su marca, sea quien sea. Más allá de la estratosférica suma, lo que realmente preocupa a EA es que se trata de doblar el pago habitual que se ha realizado hasta el momento.
Exigencias y precauciones
En estos momentos, las conversaciones sobre un posible acuerdo se encuentran estancadas. EA no concibe pagar una cifra tan alta en ciclos de cuatro años, coincidiendo con la Copa del Mundo de selecciones, y ha decidido tomar sus primeras medidas de precaución.
La primera es, obviamente, registrar la marca EA Sports FC tanto en el Reino Unido como en la Unión Europea. Sería un paso significativo para tener su propio nombre y olvidarse de una asociación histórica. De hecho, el CEO de EA, Andrew Wilson, ha informado a la plantilla que la licencia de la FIFA ha sido una gran barrera para los objetivos que se quieren marcar desde el equipo de desarrollo.
EA desea expandir más los modos de juego, alejándose del clásico 11vs11 y apostando por nuevas formas de promocionar el título en terrenos como los torneos de eSports o con productos como los NFT. Tanto considera Wilson que la relación con FIFA podría acabarse que para él tan solo son "cuatro letras en el frente de la caja".
También entran en juego marcas deportivas, ya que el CEO explica que la comunidad pide más relevancia para empresas como Nike, algo incompatible con los acuerdos de la FIFA con Adidas. En definitiva, EA quiere una mayor libertad creativa en diversos campos para expandir sus posibilidades
Por el contrario, el máximo organismo del fútbol mundial pone precisamente trabas en el sentido en el que quiere dirigir la franquicia EA. Gianni Infantino y su directiva pretende que únicamente se produzcan ingresos directamente desde el propio juego, como Ultimate Team, por ejemplo. Salirse de esos márgenes lo considera una extralimitación de los derechos que otorga a EA anualmente.
Y ahora, ¿qué?
Esa es la gran cuestión, porque por hasta el momento solo tenemos amagos e intenciones, pero nadie ha dado un paso en firme. Todo apunta a que finalmente se romperá la colaboración, ya no solo por parte de EA, sino que la FIFA se ha pronunciado y ha dado su opinión sobre todo este asunto.
Lo ha hecho de una forma más contundente, afirmando que está abierta a abrir el abanico para la licencia FIFA, ya que considera que el futuro "pasa por que existan varias partes que controlen y exploten todos los derechos". El dardo lo ha lanzado directo al corazón de EA, ya que señala que "ha quedado claro que se trata de una industria que no debería estar copada por una sola entidad que controle todos los derechos".
De hecho, la FIFA no se ha cortado al indicar que ya está trabajando con otros miembros de la industria de los videojuegos, pero no ha revelado a quiénes se refiere. Además, ha declarado que las competiciones de eSports seguirán siendo organizadas por ellos mismos.
Respecto a la propia Electronic Arts, todo apunta a que FIFA 23 podría ser el último juego que veamos bajo esta denominación con EA Sports en él. Estamos hablando de un año en el que tenemos el Mundial de Qatar 2022, por lo que sí se dan las condiciones por las que podría valer la pena mantener en firme el acuerdo y no romperlo de inmediato. Así, se podrían usar las licencias del torneo, tanto masculino como femenino.
Y es que la pérdida de la marca FIFA no supondría un varapalo tan grande para EA. Realmente los juegos se nutren principalmente de tener a las grandes estrellas del fútbol en portada, a las equipaciones, clubes, estadios y otros torneos que no son dependientes de la FIFA, como la UEFA Champions League, la Liga Santander, la CONMEBOL Libertadores o la Premier League. O lo que es lo mismo, las competiciones más atractivas en el día a día.
Un pago de más de mil millones de dólares por poder incluir FIFA en las publicidades de los estadios virtuales o aprovechar el tirón de una Copa del Mundo cada cuatro años no parece el mejor de los tratos. De hecho, los derechos sobre los jugadores corresponden a FIFPro con 300 clubes con licencia y miles de jugadores registrados. Por ello, EA ya se ha adelantado y sí ha renovado acuerdo con la institución para asegurarse que el trozo más importante del pastel permanece con ellos.
Salen nuevos rivales al césped
Hace años que ya venimos viendo una decadencia extrema por parte de Konami con PES. La saga, ahora llamada eFootball, ha tocado absoluto fondo en la edición de 2022 con una entrega que es prácticamente una demo y que tan solo sirve para confirmar que la compañía japonesa hace tiempo que claudicó en la batalla.
Con el mayor rival histórico fuera del terreno de juego, parece que EA tiene una vía libre tan grande como la que ha conseguido NBA 2K tras la desaparición de los NBA Live. Sin embargo, hay que estar atentos a un nuevo contrincante, llamado UFL. La apuesta de Strikerz quizás no busca quitarle el sitio al FIFA anual, pero sí conseguir un hueco en el partido.
Una de las bazas más importantes para conseguirlo es que será gratuito, aunque con micropagos. Si la desarrolladora consigue un buen equilibrio entre la justicia del que es mejor sin invertir y el que se deja el sueldo en llegar a lo más alto, podemos tener choque para un buen rato. Salir en las consolas de antigua generación también le da un punto extra para no dejar a nadie atrás y viene avalado con una imagen tan potente como la de Cristiano Ronaldo. FIFA Mobile es otra apuesta que ha probado EA, pero todavía queda mucho por pulir para convertirse en una experiencia prioritaria.
Un último detalle. Ha resultado en un proyecto fallido, pero está claro que Florentino Pérez no cejará tan rápidamente en su empeño de crear una Superliga Europea. Los mejores clubes del mundo reunidos puede ser todo un bombazo de producirse y una de las licencias independientes por las que los estudios más babearían.
Ver 5 comentarios