No todos los jugadores se paran a completar las misiones secundarias. Es una pena, porque juegos como Borderlands 3 y The Witcher 3: Wild Hunt esconden auténticas joyas... a veces mejores que las principales. Bethesda suele hacer un trabajo increíble en este sentido con Fallout, The Elder Scrolls y ahora Starfield, y sino que nos lo digan a los fans de Skyrim.
Me cuesta recordar muchas cosas de Skyrim porque he jugado cientos de horas. Tiendo a liar historias y eventos. Pero jamás olvidaré la misión Una Noche Inolvidable. La ironía se cuenta sola. Es tan hilarante y absurda que parece no encajar con el juego en algunos momentos. Además, está inspirada en una película.
Una Noche Inolvidable está inspirada en Resacón en Las Vegas (The Hangover) de 2009. Skyrim es de 2011. Espero que estuvieses agarrado a la silla. La premisa de ambas historias es sorprendente similar: te pasas muchísimo bebiendo en una taberna y despiertas a tomar por saco con un resacón de narices. El resto de la misión se basa en reconstruir los eventos de la noche y encontrar a una persona, en este caso Sam Guevenne.
La misión te lleva por todo el mapa de Skyrim, desde el Paraje de Rorik, pasando por Carrera Blanca, hasta la Arboleda de Bruma Embrujada mientras reparas el daño causado durante la noche. Y acabas en una fortaleza dejada de la mano de Dios llamada Morvunskar. Todo para encontrar a tu compañero de bebercio, Sam, y reclamar lo que te prometió: la Rosa de Sanguine, un artefacto daédrico.
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