Casi me da un infarto durante una partida de Escape From Tarkov. Y no solo me refiero a mi personaje principal

Casi me da un infarto durante una partida de Escape From Tarkov. Y no solo me refiero a mi personaje principal

No existen las partidas tranquilas en Tarkov

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Tarkov

Estaba convencido de que mis aventuras en Escape From Tarkov no iban a dar para un nuevo episodio hasta dentro de semanas o meses, pero me equivoqué. Solo han pasado un par de días desde que te conté mi transición de Gound Zero a Factory, un mapa relativamente pequeño, centrado en el close quarters e ideal para practicar el combate. Tal y como dije, fui buscando jarana... y la encontré.

Los jefes de Tarkov eran casi un mito para mí. Tengo la pistola dorada de Reshala (Customs) en el inventario porque dos amigos acabaron con él mientras intentaba flanquearlo... aunque sirvió de muy poco porque cuando llegué al punto acordado ya estaba más que muerto. Mi única función fue pasar el cepillo. Y no he tenido la suerte (o desgracia) de cruzarme con Kollontay de Ground Zero. Lo dicho, casi un mito.

Gracias por el mal rato, Tagilla

Esto ocurrió literalmente dos o tres horas después de terminar mi última publicación. Volví a Factory para continuar con la exploración del mapa y los tiroteos. Las partidas de SCAVs fueron relativamente tranquilas, todo lo contrario al PMC. Hubo dos destacadas. En la primera conseguí extraer por el Portón 3 después de un tiroteo intensísimo en la habitación donde se encuentra la extracción de Ventana de la Oficina. Mi personaje casi no podía ni andar.

Tras unas cuantas partidas, la mayoría de SCAV, vino la segunda más destacada de la tarde-noche... y la última de la sesión. Me llevé una escopeta que había rapiñado como SCAV y aparecí en una sala médica que hay junto a la extracción que transita a Customs. No tenía ni idea de dónde estaba porque nunca había estado ahí. Y jugando sin mapa porque ya lo tengo memorizado. Viva la memoria fotogénica, para lo que me conviene.

Tarkov 1

Comprobé la munición y comencé la incursión. No tuve que buscar demasiado para encontrar acción. Fue literalmente en la habitación contigua, que da a su vez a una zona exterior al sur. Había SCAVs, PMCs y algo más, aunque no lo supe en ese momento. Había mucho fuego cruzado. Logré herir a un SCAV, que finalmente intentó a por mí y acabó muerto de un disparo casi a quemarropa. Comencé a saquearlo, pero escuché un ruido muy fuerte de pasos.

Me replegué hasta la habitación inicial. No había salida. Estaba arrinconado. Asomé por la puerta y vi a un enemigo más grande de lo normal. Solo pude ver que guardaba un arma grande, sacaba un martillo y corría por el pasillo antes de disparar un cartucho y entrar en la habitación. Apunté a la puerta y vacié todos los cartuchos que pude mientras me golpeó una o dos veces con la maza. Se fue corriendo de la habitación, supongo que a curarse.

Tarkov 2

Valoré los daños. El brazo derecho estaba en negro y el resto del cuerpo en rojo, según el gráfico del juego. Corté las hemorragias y me curé varias veces hasta sanar la mayoría de partes del cuerpo. Mientras, me posicioné junto al marco de la puerta para escuchar si alguien venía por el pasillo. La escopeta estaba cargada y lista. Y t0do esto con el corazón a mil por hora, las manos temblando y el cuerpo más tenso que una cometa en un día de viento.

Abrí el inventario un momento y... escuché las pisadas una vez más. Retrocedí hasta la esquina opuesta a la puerta y apunté con la escopeta, más o menos a la altura del pecho. Descargué hasta tres cartuchos en cuanto lo vi entrar por la puerta. Aguantó tres disparos a quemarropa antes de caer a mis pies. Dejé escapar un suspiro con el que se fue mucha de la tensión acumulada.

Tarkov 3

Mi mente tardó unos segundos en volver a arrancar. Tras unos minutos registrando su cadáver para hacerme con el botín exclusivo y realizando las últimas gestiones médicas, me enfrenté de nuevo a la realidad: "Muy bien, ahora toca extraer para que esta incursión salga redonda". Era cuestión de orgullo. No podía morir a manos de un SCAV después de matar al maldito Tagilla, mi primer jefe de Escape From Tarkov.

Me costó ubicarme. Llegué a la zona central después de atrincherarme en un laboratorio y de matar a un SCAV que andaba perdido. Corrí hacia el norte y entré en la habitación que precede al Portón 1. "Aquí no es, Alberto. Respira y piensa", me dije a mí mismo mientras movía los dedos para calmar el tembleque.

Tarkov 1 Clic para ver el mapa original

Vi una luz verde tras salir de la habitación. ¡Era el Portón 3! Eran unos pocos metros, pero se hicieron eternos. Juraría que incluso estaba encorvado en la vida real, como si eso fuese a evitar que cualquier SCAV o PMC me volase la cabeza en los últimos metros. Pero no. Entré por las dos puertas y conseguí extraer. Solté el teclado y el ratón para reclinarme en la silla. "Suficiente Tarkov por hoy", pensé mientras sentía cómo todo mi cuerpo se relajaba. Aunque dejé de jugar, admito que podría haber estado toda la noche. Este mal rato que casi me lleva al infarto ha sido como un gran chute de combustible para seguir jugando. Y lo haré, seguro.

En VidaExtra | Si todos los tontos tienen suerte, entonces soy el (casi) emperador de la tontuna en Escape From Tarkov. A las pruebas me remito

En VidaExtra | Yo ya jugué al mejor battle royale y modo de extracción mucho antes de Fortnite, Warzone y Escape From Tarkov. Ahora está abandonado

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