Que Wii es un fenómeno en ventas y casi un icono cultural de nuestro tiempo ya casi nadie lo puede poner en duda. Son muchas las compañías que se suben al carro de las dos "ii" y comercializan cualquier gadget con una estética parecida o un nombre semejante. Algo parecido a lo que en su día montamos con el iMac original y los colores transparentes, pero aplicado a la consola de Nintendo.
Pero es que la historia de hoy ya roza lo esperpéntico y lo peor de todo es que queda situada en esa fina línea que separa lo correcto de lo demente. Pero vayamos por pasos y empecemos por situar la acción.
Estamos en Malmo, Suecia, una bonita ciudad en la que un dentista decide abrir una consulta junto a un colega de la misma profesión. Es el 2007, y todo el universo universal se rinde a los pies de Nintendo y su consola. Los niños hacen colas en los centros comerciales y el nivel de ventas excede lo previsto. Y al Doctor Christer Wihlborg se le ocurre una brillante idea.
Ponerle a su centro dental el nombre de Wii Smile. Podría parecer el último título que ha parido la desquiciada cabecita de Miyamoto en una visita al dentista, pero no. Tiene toda la pinta de ser un nombre ventajista puesto para atraer a los niños. De hecho la propia tipografía del logotipo del centro parece estar diseñada pensando en el público infantil.
Y ahora llega Nintendo y lanza a sus abogados, crueles perros de presa siempre sedientos de sangre, encima del pobre dentista y le obligan a cambiar el nombre o a aceptar una penalización enorme.
El suizo se defiende argumentando que su propio apellido empieza por "Wi" y que al ser dos compañeros los dueños de la empresa las dos "ii" están justificadas. Pero amigos, luchar contra Nintendo no es fácil y la compañía alega que su nombre estaba patentado desde el 2006 y que, además, en dicha patente se especifica que podría aplicarse no sólo a consolas ni a material relacionado con videojuegos.
El resultado está claro, el señor Wihlborg tendrá que buscar otro nombre para su clínica dental y Nintendo habrá salvaguardado el uso del prefijo Wii para un posible uso médico. Tela.
Las casualidades ocurren pero los que hemos vivido de cerca la creación de una empresa pequeña sabemos lo muy difícil que es asumir un cambio de este tipo a los pocos años de la creación. Y digo yo, ¿no tendrá Nintendo otros frentes a los que atacar antes que a un pobre dentista de Malmo?. Quizá ponerle el nombre 'Wii Smile' fue algo ventajista... pero a Nintendo no le viene de ahí, faltaría más.
Vïa | Kotaku
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