Todos sabemos que en España, actualmente, la industria productora de videojuegos no es en absoluto una industria potente. De hecho nuestro nivel de producción es mínimo. Sólo tenemos que coger el amplio abanico de títulos que aparecen por aquí y echarle un ojo para darnos cuenta de esta situación. En contraposición, resulta que España es el cuarto mercado europeo en cuanto a número de ventas de videojuegos detrás del Reino Unido, Alemania y Francia. ¿Qué pasa aquí? Consumimos mucho y producimos muy poco. ¿Por qué? ¿Por qué no se produce más teniendo un nivel de ventas tan bueno?
El artículo aparecido hoy en el CiberP@ís titulado "La industria española de producción de videojuegos, a la cola europea", sin llegar a tratar el tema de forma exhaustiva, sí es una muy buena radiografía que nos muestra algunas de las claves que hicieron que, en cuestión de unos pocos años, la industria del videojuego española pasara de tener una producción propia fantástica, incluso con muchos títulos llegando a pisar tierras no españolas, a prácticamente desaparecer del mapa. Nuestros programadores eran unas bestias con máquinas de 8 bits, pero no supieron adaptarse al producirse el salto a los 16 bits. Esta situación, sumada al nulo apoyo por parte de los diferentes gobiernos que hemos ido teniendo desde los 90, la falta de formación, el desconocimiento de la industria por parte de potenciales inversores, etc. son muchas de las causas que hacen que estemos donde estamos. Una de las principales soluciones planteadas es formar profesionales.
Os recomiendo su lectura, merece la pena.
NOTA: la captura que acompaña al texto pertenece al juego Renaissance, un FPS desarrollado por Tragnarion Studios (Palma de Mallorca).
Vía | CiberP@ís
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