The Inquirer ha publicado un interesante artículo sobre el estado de la industria del videojuego. El artículo plantea la posibilidad de que nos encontremos ante una nueva crisis (recordando la sufrida durante la década de los 80). Los síntomas que argumenta son que más del 90% de los videojuegos que salen al mercado son muy malos, que la mayoría de los nuevos juegos son secuelas y que la mayoría de éstos son juegos de lucha, de conducción o FPS. Afirma que a lo sumo hay solo uno o dos títulos al año que sean innovadores y que merezca realmente la pena destacar. Compañías con grandes equipos de programadores y con enormes gastos se ven obligadas a no apostar, a ir sobre seguro y a desarrollar juegos que mezclen otros juegos de éxito.
¿Es posible que la nueva generación de consolas no haga más que empeorar esta situación? Es cierto que hay abundancia de secuelas, pero también es cierto que por lo general solo hay secuelas de juegos que han sido grandes éxitos. ¿Está la industria realmente en crisis?
Artículo | The Inquirer Vía | Joystiq
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