La Biblioteca Nacional de España quiere conservar los videojuegos como Bien de Interés Cultural

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Alex CD

Director

Coordinador editorial de VidaExtra. Llevo 20 años escribiendo sobre videojuegos en VidaExtra, desde análisis a noticias y artículos de opinión, además de desempeñar las labores de coordinación editorial del medio. LinkedIN

La Biblioteca Nacional de España quiere incorporar la conservación de videojuegos como ya hace con libros, fotografías, partituras, grabaciones y más. De hecho, la BNE tiene en su poder más de 34 millones de materiales producidos en nuestro país desde comienzos del siglo XVIII. Y alrededor de la mitad de ellos son libros.

Ana Santos, directora de la BNE, le ha hecho llegar a Javier García Fernández, subsecretario en funciones del Ministerio de Cultura y Deporte, la propuesta de incluir la regulación de la conservación de videojuegos como legado cultural en la Ley de Depósito Legal. Para Santos “Los videojuegos serán Bien de Interés Cultural [BIC] en el futuro, porque tienen un valor cultural importantísimo como creación artística”. Por otro lado, José Guirao, el actual ministro de Cultura, afirmó durante el Gamelab de este año que la de los videojuegos “Es la industria cultural con mayor proyección. Y es estratégica para este ministerio”.

¿Por qué los videojuegos no se han conservado en la BNE? La razón principal tiene que ver con la actual Ley de Depósito Legal, la cual obliga sólo a los editores españoles a entregar copias. Y aquí, pese a existir muchos trabajadores dentro del sector del videojuego, se editan pocos títulos. “Aunque quizá ahora no les demos mucho valor, son nuevos materiales que debemos conservar”, ha comentado Santos.

A raíz de esta propuesta, la BNE también se encuentra en conversaciones con la Asociación Española de Videojuegos (AEVI) para dar con la fórmula que les permita conservar todo este patrimonio.

BNE Escalinata de la BNE

La Biblioteca Nacional de España fue fundada por Felipe V a finales de 1711, aunque no abrió sus puertas hasta marzo de 1712 bajo el nombre de Real Biblioteca Pública. Allí, los impresores debían depositar un ejemplar de los libros impresos en España. Algo más de un siglo después, en 1836, la biblioteca dejó de ser propiedad de la corona para pasar a depender del Ministerio de la Gobernación. Fue entonces cuando recibió el nombre de Biblioteca Nacional.

Estamos hablando de una institución que lleva trescientos años conservando todo tipo de materiales culturales producidos en nuestro país. Y lo próximo en entrar podrían ser los videojuegos.

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